El Foro Económico aboga por abordar con rigor la cooperación con el norte de Portugal
07 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.A lo largo de los últimos doce años, las empresas gallegas invirtieron en el extranjero 10.808,9 millones de euros, apenas el 0,38 % de todo el capital español con destino foráneo, lo que evidencia la debilidad de una de las patas del sector exterior de la comunidad. Con todo, esa cantidad es cinco veces superior a la que ha sido capaz de captar Galicia en inversión foránea: 2.260,3 millones desde el 2004, el 1,06 % del total recibido por España. Una proporción muy inferior al peso que tiene la riqueza gallega en el conjunto del Estado (por encima del 5 %) y que da cuenta de las enormes dificultades que tiene la comunidad para ser un territorio atractivo de cara a los inversores foráneos.
Estos datos protagonizaron la jornada de clausura de la reunión anual del Foro Económico de Galicia (FEG), una plataforma de transferencia de conocimiento desde la universidad y la empresa a los centros de decisión pública. El profesor Xan López Facal fue el encargado de abordar la situación de Galicia en la perspectiva internacional.
Posición periférica
Durante su intervención en A Toxa, el ponente difundió algunos datos que dan cuenta de la posición periférica de Galicia. En España, según la información del INE, hay censadas 10.722 filiales de empresas extranjeras; de ellas, Madrid y Cataluña, acogen, respectivamente, 4,170 y 3.588, lo que equivale al 72 %, mientras que a Galicia le tocan 206, el 1,09 % del total español, y una cifra que es menos de la mitad de todas las filiales que están asentadas en el País Vasco. «Un dato que reflicte o modesto papel da comunidade na captación de iniciativas externas», sostuvo Facal.
Compra de empresas
El análisis sobre la debilidad del sector exterior de Galicia no solo está condicionado por la raquítica porción que absorbe la comunidad gallega sobre la inversión foránea que viene a España sino por el tipo de operaciones que atrae. En algunos casos, no se trata de nuevas inversiones que generan unidades productivas ni tampoco nuevos empleos sino de operaciones de toma de control de las empresas. Es el caso, por ejemplo, de lo sucedido en el naval vigués con la compra de Barreras por Pemex.
Entre las recomendaciones que se pusieron ayer sobre la mesa para cambiar la situación sobresale la de que Galicia aborde con rigor y profesionalidad la complementariedad económica con la región norte de Portugal, que se mejoren las comunicaciones ferroviarias entre Vigo y Porto, y se trace además una estrategia de cooperación en el ámbito portuario y aeroportuario, tal y como expuso el profesor Xan López Facal.