Obligados a convivir

Miguel Agromayor TRIBUNA

ECONOMÍA

04 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quizá sea la mejor noticia de un 2016 que va camino de convertirse en un paradigma de incertidumbre. La decisión del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia de desestimar la petición de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución supone un ramalazo de sentido común para todos los que vivimos y queremos al sector.

Como presidente de la Federación Provincial de A Coruña y vicepresidente de la Federación Gallega, no puedo por menos que destacar que se trata de una buena noticia para el pequeño comercio en sí. Por supuesto que entendemos que a las grandes superficies les interesa abrir el mayor número de domingos y festivos posible, pero la realidad de las pequeñas empresas que dan trabajo a miles de personas no se ajusta a esa lucha salvaje por un cliente que tampoco ha pedido ese cambio.

La normativa aprobada en diciembre del 2014 por la Consellería de Industria, como trasposición de una normativa de rango estatal, está concebida, desde nuestro punto de vista, como una norma claramente orientada a favorecer a los gigantes del sector comercial. Conviene recordar que los locales de menos de trescientos metros cuadrados de superficie, que son mayoría en Galicia, ya cuentan con libertad horaria para poder abrir cuando quieran y que no lo hacen porque es evidente que no es rentable, porque, de lo contrario, nadie rehusaría una oportunidad de hacer negocio en tiempos tan convulsos como estos.

Entendemos que a la norma de la Xunta le falta cierta dosis de consenso. A los comerciantes se nos dio una alternativa con unos parámetros que no acaban de convencernos. Es obvio que encontrar una solución que satisfaga a todos los agentes es difícil. Quizá podría habilitarse en las zonas de máxima afluencia turística una especie de zona franca, pero estamos viendo como cada rincón de Galicia ha optado por un modelo diferente y, al final, los que acabamos pagando las consecuencias somos los comerciantes de toda la vida, que tenemos que sacrificar nuestro descanso o ampliar gastos en días de escaso retorno.

Ojalá esta sentencia consiga abrir una nueva senda de entendimiento.