León compite con Galicia por liderar el sector de los aviones no tripulados

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Será la sede a la asociación mundial de drones y aspira a captar empresas e inversión

30 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que los aviones no tripulados ya conforman el sector tecnológico de mayor crecimiento mundial. Dentro de la aeronáutica es la división que más avanza (solo en EE.?UU. se registran 300.000 unidades al mes), y Galicia ha sabido engancharse a tiempo al negocio, con la puesta en marcha el primer parque tecnológico e industrial de naves civiles no tripuladas de España en lo que ahora es el aeródromo de Rozas (Castro de Rei, Lugo). Hasta el 2026, captará 115 millones de inversión, y tiene en cartera interesantes proyectos.

Tal vez por eso, por la fuerte apuesta industrial que hay detrás de Rozas, llama la atención que la Asociación Internacional para Sistemas de Vehículos No Tripulados (Auvsi) haya elegido León, en donde casi todo lo que tiene que ver con drones se reduce al ámbito de la universidad, como sede europea para el impulso de este sector.

Lo que ha conseguido captar León no es ninguna tontería. Auvsi es una organización con más de 7.500 miembros repartidos por 60 países que se dedica a promover el uso de las nuevas tecnologías, la robótica y los drones. Su sede principal está en Atlanta (EE.?UU.) y, aunque tiene otras repartidas por el país norteamericano, solo está presente fuera de sus fronteras en Londres, Tel Aviv y, desde hace una semana, en León, que es ahora el núcleo principal de representación de la asociación fuera de Estados Unidos.

El objetivo de esta sede española de la mayor organización dedicada al sector de los drones es «convertir a la capital leonesa en una lanzadera que sea capaz de generar empleo en el mundo de los aviones no tripulados», según ha explicado la agrupación.

¿Hasta qué punto este proyecto que arranca a solo 200 kilómetros del aeródromo de Rozas es competencia para Galicia?

Ambiciosos, pero diferentes

«La de León es una iniciativa de una asociación empresarial que abre una sede en España, lo que no la vincula a ningún proyecto industrial, ni parece que exista ninguna inversión asociada», explican desde la Consellería de Industria.

La oficina del conselleiro Francisco Conde considera que es normal que otras comunidades se fijen en un sector pionero como el de los aviones no tripulados, pero aclara que «Galicia se ha puesto a la cabeza con esta iniciativa (que ya ha sido premiada a nivel nacional) y ha dado un paso adelante que aporta una clara ventaja competitiva a nivel no solo español, sino también internacional».

Las diferencias entre uno y otro proyecto son marcadas, al menos en el arranque.

Auvsi Spain ha nacido vinculado a la Universidad de León, a través del Instituto de Automática y Fabricación de la Escuela de Ingenierías. La organización de drones opera ya desde el Módulo de Investigación Cibernética, en donde trabajan un centenar de personas. Este grupo fue el germen para captar la sede Auvsi.

Rozas, al menos en su presentación, es otra cosa. «Es un proyecto con vocación de generar un polo de innovación que creará soluciones concretas a los retos tecnológicos planteados por la Xunta y desarrollará un polo industrial de fabricación de aviones no tripulados», matiza Industria.

Recuerda que el proyecto gallego cuenta con 40 millones de inversión pública y que Indra e Inaer invertirán otros 75 millones de euros en colaboración con 32 empresas, centros tecnológicos y universidad

La provincia vecina cuenta con 15 operadores autorizados de drones, y el sector gallego supera el medio centenar

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), dependiente del Ministerio de Fomento, lleva registrados más de 1.000 operadores de drones de menos de 25 kilos al despegue en el primer año y medio desde la entrada en vigor de la normativa que regula el uso de este tipo de aeronaves tripuladas por control remoto y que han permitido el desarrollo, en condiciones de seguridad, de este sector tecnológicamente puntero y emergente.

Del millar de operadores, 15 han fundado ya su proyecto en la provincia de León, frente al medio centenar que ya están autorizados en Galicia.

Según fuentes de Aesa, a nivel nacional, por actividades, la principal es la fotografía, filmaciones y levantamientos aéreos (topográficos y fotogrametría) con 960 operadores; para emergencias, búsqueda y salvamento, hay 557 empresas habilitadas; 327 realizarán actividades de investigación y desarrollo; y 233 trabajan también en fotografía, investigación y reconocimiento instrumental: calibración de equipos, exploración meteorológica, marítima, geológica, petrolífera o arqueológica, enlace y transmisiones, emisoras, receptor, repetidor de radio o televisión.

Sin embargo, uno de los terrenos en donde los drones tienen un mayor potencial es la seguridad física y la vigilancia. En Estados Unidos ya se está probando esta tecnología para controlar sus fronteras y numerosas empresas comienzan a implementar este tipo de aeronaves.

Los sensores con los que pueden ir equipados estos dispositivos (cámaras con zoom, cámaras térmicas, sensores de velocidad, detectores de matrículas o rostros, etcétera) son el arma más potente, más aún desde que la autonomía, el gran punto débil de los drones, ya es un problema del pasado.

Pero estas ventajas no son, al parecer, suficientes para justificar su uso en España. Y es que, son tantas las barreras jurídicas (Real Decreto 18/2014) que se imponen, que no existe ni un solo proyecto en marcha de estas características aquí.