La entidad presidida por Luis María Linde no señala a la incertidumbre política, sino al efecto que tienen las dudas sobre la economía global en el sector exterior
28 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Cada vez más voces alertan de la desaceleración de la economía española. El último en constatar este escenario fue el Banco de España, que ayer señaló, en su boletín mensual, que los indicadores de actividad «apuntan a una modesta ralentización de su empuje en los primeros meses del año». Es decir, el crecimiento se frena. Y con ello también se resiente la capacidad de crear empleo. Una ralentización en la que coinciden las previsiones del FMI o la Comisión Europea y que el Gobierno también reconoció al rebajar el alza prevista del PIB este año en tres décimas, hasta el 2,7 %, y en cinco para el próximo ejercicio, hasta el 2,4 %.
La entidad presidida por Luis María Linde no señala a la incertidumbre política como razón del freno en la recuperación. Apunta en cambio al efecto que tienen las dudas sobre la economía global en el sector exterior.
En cualquier caso, el supervisor afirma que los datos publicados hasta ahora apuntan a «un mantenimiento del comportamiento dinámico del consumo privado», aunque también constata que este ritmo es «algo atenuado» si se compara con el del final del 2015. Es decir, la demanda interna sigue como motor del crecimiento, pero se debilita. Al mismo tiempo, destaca que los índices de confianza de los consumidores y de los comerciantes minoristas retrocedieron en marzo, tras lo cual el nivel medio de ambos indicadores en el primer trimestre se situó por debajo del observado en el tramo final del 2015. Además, la producción industrial de bienes de consumo creció en febrero, pero a un ritmo inferior al de enero.
Esta ralentización de la economía también se traslada al mercado laboral. El Banco de España alerta de que la contratación «moderó su avance en marzo» y que los salarios siguen estancados. En concreto, sostiene que en la negociación colectiva, la revalorización salarial media pactada en los convenios hasta marzo se situó en el 1,1 %, cuatro décimas menos de lo pactado con la patronal para este ejercicio.