De la peseta de Lola Flores a las «offshore» de Panamá

g. l. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Desde Lola Flores, han sido muchos los famosos sobre los que Hacienda ha puesto la lupa por incumplir sus obligaciones tributarias

18 abr 2016 . Actualizado a las 15:23 h.

«Si una peseta me diera cada español...». Con esta frase, ya mítica, Lola Flores se adelantaba a los tiempos y proponía, allá por finales de los ochenta, un crowfunding popular. Pero no para producir un disco, sino para solventar sus problemas con el fisco. La artista, que acabó siendo condenada por no haber presentado la declaración de la renta entre los años 1982 y 1985 -en los que había ingresado 171 millones de pesetas de entonces-, no fue la única celebridad perseguida por el fisco en aquellos años para intentar demostrar esa máxima de Hacienda somos todos que fue dinamitada por una abogada del Estado. Otros nombres célebres de la época, como Pedro Ruiz o Marujita Díaz, también fueron acusados de irregularidades fiscales, aunque ambos resultaron absueltos.

Desde entonces, han sido muchos los famosos sobre los que Hacienda ha puesto la lupa por incumplir sus obligaciones tributarias. Entre los casos más sonados, el de Ana Torroja, que hace dos años selló un acuerdo con la Fiscalía en el que reconocía haber defraudado 796.410 euros en cuotas del IRPF en los ejercicios 2003, 20006 y 2007 y asumía por ello una condena de un año y tres meses de cárcel, que eran sustituidos por una multa de 9.000 euros, y una sanción de casi 1,4 millones.

La que no logró eludir la prisión fue Isabel Pantoja, a la que se le impuso una pena de dos años y una multa de 1,1 millones por blanquear el dinero que su expareja, Julián Muñoz, había saqueado desde la alcaldía de Marbella.

Pero hay muchos más nombres, como el de la tenista Arantxa Sánchez Vicario, condenada por simular residir en Andorra para escamotear sus impuestos en España, o el cantante Bertín Osborne, que el mes pasado saldaba la deuda de cinco millones de euros que arrastraba con el fisco. Apenas unos días después, su nombre aparecía en los papeles de Panamá, que han revelado un entramado de sociedades offshore de las que ahora se tendrá que comprobar si fueron utilizadas por sus titulares para defraudar al fisco.