Pescanova desata el malestar sindical por primera vez tras su difícil reestructuración

m. s. d. VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

SANDRA ALONSO

La propuesta de la empresa prevé una reducción del 10 % de la masa salarial en España

14 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que no han conseguido casi tres lagos años de lucha por la supervivencia de Pescanova, con concurso de acreedores de por medio y la práctica totalidad de la antigua dirección en el banquillo a la espera de juicio, parece que lo va provocar la negociación del convenio colectivo, que arranca en serio hoy con la presentación de la propuesta económica de la empresa. El documento todavía no ha llegado a los sindicatos, pero lo que se ha ido filtrando ha sido suficiente para desatar públicamente un malestar inédito hasta ahora, pese a los momentos de dificultad superados. Las claves de el rechazo de buena parte de los representantes de los trabajadores consultados está en la intención de la empresas de reducir en un 10 % la masa salarial en España (donde hay 1.300 trabajadores) con medidas de ajuste económico.

Lo que ha trascendido hasta el momento es que Ángel Matamoro, en nombre de Pescanova, presentará en las nueve meses de negociación convocadas (una por cada antigua filial) una batería de propuestas que pasaría, según fuentes sindicales, por una flexibilización de las jornadas, la creación de categorías con salarios inferiores a los actuales, una rebaja económica genérica y, en definitiva, «el recorte el poder adquisitivo de los empleados para ganar en competitividad». Preguntada sobre la propuesta, Pescanova no ha querido pronunciarse.

El sueldo no se toca

Las fuentes consultadas en los sindicatos han optado por no hablar públicamente a la espera de conocer las cifras del documento porcentajes, pero de entrada aseguran que «no habrá concesiones por parte de una plantilla que no se ha movilizado, ni ha dejado de trabajar ni una sola hora, pese a los numerosos momentos de incertidumbre vividos».

El sindicato CIG sí ha avisado: «Non vamos a consentir unha precarización» de las condiciones sociales y salariales de los trabajadores, manifestó Loli Martínez, responsable de la FGAMT. La sindicalista pidió a los negociadores de la empresa «que hagan memoria». Recordó que, en los momentos críticos del grupo, los trabajadores mantuvieron la producción y la paz social. «El pago a este comportamiento no puede ser un nuevo recorte en las condiciones salariales».