¿Harán trampas para subirnos las hipotecas?

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez SOFIA.VAZQUEZ@LAVOZ.ES

ECONOMÍA

Si tiene una hipoteca, debe familiarizarse con nuevo concepto, el euríbor plus, que se implantará teóricamente en aras de la transparencia, pero de la que dudan las organizaciones de consumidores

20 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si usted tiene una hipoteca, familiarícese con una definición: el euríbor plus.

¿Qué es?

Se trata de un nuevo índice que se está preparando para suplir al actual euríbor, al que se referencian la mayorías de las hipotecas en España.

¿Cuando comenzó a hablarse del cambio?

Hace casi tres años, cuando un grupo de entidades financieras manipularon tanto el euríbor como el líbor. Fue en diciembre del 2013 y la Comisión Europea les impuso multas por valor de 1.710 millones, una cantidad calificada como ridícula por los expertos, teniendo en cuenta el dinero que movieron las citadas entidades.

¿Cuál es el objetivo para realizar el cambio?

Teóricamente la transparencia. Porque el euríbor no se forma teniendo en cuenta el tipo real al que los bancos se prestan el dinero. Solo analiza el tipo al que un grupo de entidades grandes y solventes dicen que estarían dispuestas a prestarse dinero. Por ello expertos como Jesús Sánchez Quiñones, consejero director general de Renta 4, ya advertían en el 2013 de que al estar basado su cálculo en meras opiniones y previsiones, y no en operaciones reales, la posibilidad de manipulación era infinitamente mayor que si la elaboración del índice se basara en transacciones reales. Y como predecía aquel experto, el euríbor finalmente se manipuló.

¿Qué se sabe del nuevo índice?

Poco. Parece que se trata de un secreto entre los bancos internacionales que no quieren trasladarlo a la opinión pública. De ahí que varias organizaciones de consumidores hayan pedido más información. Hasta el momento se conoce lo siguiente: quieren ponerlo en marcha pronto, pero no saben cuando; el euríbor pasará a denominarse euríbor plus; será un índice basado en operaciones reales de mercado realizadas por bancos supervisados directamente por el BCE; se incluirán operaciones cerradas no solo entre bancos, sino también con entes oficiales (gobiernos, por ejemplo), con instituciones financieras distintas a los bancos, compañías de seguros, fondos de inversión y de pensiones; se excluyen directamente los bancos centrales; se amplía el universo de operaciones relevantes al mercado mayorista para poder mantener la premisa de «un índice basado en operaciones reales»; puede ser que no cambie el nombre del índice ni las páginas donde se publican sus niveles. Es de esperar que la implantación se avise y no se haga por la puerta de atrás. Seguro que no.

¿Subirán o bajarán los tipos?

Nadie lo sabe. Los expertos, en su mayoría, entienden que no tiene por qué aumentar. Pero lo cierto es que no lo saben con certeza. Sánchez Quiñones decía en el 2013: «Cualquier modificación de la forma de cálculo inevitablemente supondrá una subida del euríbor y, por tanto, una mayor cuota a pagar por los hipotecados, a la vez que mayores ingresos para los bancos titulares de dichas hipotecas». Ese momento (2013) es distinto al actual, a pesar de que los tipos estaban ya en niveles muy bajos. Hoy Quiñones considera que con tipos en negativo es lógico que, tarde o temprano suban se implemente ahora un índice nuevo o no. Desde Analistas Financieros Internacionales, Francisco Valero explica que «la nueva versión está en pruebas y no se sabe cuándo se hará efectiva como nuevo tipo oficial para los préstamos hipotecarios. Aunque puede que afecte algo a su cuantía, no hay motivos para que se altere el signo negativo actual, que parece va a durar en el tiempo, tras las últimas medidas del BCE».

¿Es el momento de hacerlo?

No. Se generará un grado de desconfianza importante entre los consumidores. Lo ocurrido durante la crisis iniciada en el 2007 (escándalo de las preferentes, por ejemplo) ha generado temor entre los clientes. Es probable que cuando entre en funcionamiento el Banco de España lo ponga a disposición de los usuarios el simulador publicado en el portal del cliente bancario. Quizá así podamos saber si nos quieren hacer trampas y las entidades han diseñado una treta para salvar las cuentas de resultados de los bancos -muy castigadas a consecuencia de los bajos tipos- o es un ejercicio de pura transparencia.