Abanca tantea compras en Europa y América tras blindar su solvencia

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Álvaro Ballesteros

Gana 330 millones en un año y se coloca como el tercer banco más rentable de España

24 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Abanca cerró su segundo año de existencia con un beneficio neto de 330 millones de euros. Se puede ver de dos manera. Observado con perspectiva, la entidad gallega gana lo mismo que alguno de los grandes de España, con un tamaño sensiblemente inferior y centrada en un único territorio. Comparado con el curso anterior, el del 2014, los números son inferiores: entonces alcanzó la estratosférica ganancia de 1.157 millones de euros. Pero aquella fue una cifra engañosa, porque se anotó 556 millones en bonificaciones (créditos fiscales).

Posiblemente los números del 2015 -sin créditos fiscales y con más dotaciones- se acercan más a donde el banco de Juan Carlos Escotet (máximo accionista, de largo, a través de Banesco) debe estar. Y más teniendo en cuenta lo apretadas que están las cuentas en todo el sector financiero, con el euríbor por los suelos y escaso margen para las ganancias. Por ello, el consejero delegado, Francisco Botas, repetía que el ejercicio «han sido muy bueno».

Ese escenario de tipos bajos y negocio menguante ha reabierto el debate sobre la necesidad de afrontar nuevas fusiones, incluso a nivel paneuropeo, para crear grupos más grandes y eficientes. Y ahí, Abanca quiere estar. Pero para comprar, no para ser comprada. «Este es un proyecto a largo plazo», insistía ayer Escotet, quien desveló que la entidad gallega está sondeando en el mercado posibilidades para crecer. Se están estudiando ofertas en el sur de Europa -podrían estar entidades portuguesas, principalmente- y también en América, territorio que conoce a la perfección el banquero venezolano. De momento, está pujando por una pequeña financiera en Cuba -está en la fase final, compitiendo con un banco canadiense-, con la que podría acceder a un mercado en apertura.

En ese escenario, la mayor entidad de Galicia presenta tres fortalezas. La primera, su gran cuota de mercado en la comunidad, donde controla, según sus datos, el 41?% del crédito y el 31 % de los depósitos. La segunda, su alto nivel de solvencia, un 16 % de capital cuando el mínimo que se le exige desde el BCE apenas supera el 9 %. Es la cifra más alta que ha conseguido nunca y le permite tener margen. Y la tercera fortaleza, su rentabilidad; es, según los datos presentados ayer, la tercera entidad (tras Bankinter y Bankia) con mejor relación entre el beneficio económico y los recursos necesarios para obtener esa ganancia. En un entorno tan complejo, es algo a tener muy en cuenta.

Ahora bien, el banco logra esos números tirando de algo en lo que se ha especializado: las operaciones financieras extraordinarias, como la compraventa de deuda pública y la cartera industrial (aquí se incluiría la venta de su participación en R). Todo esto le reporta 342 millones. Porque hay que tener en cuenta que todos los márgenes siguen cayendo. Hay un dato revelador: los gastos de explotación (589 millones) son ya mayores que el margen de intereses (421 millones), que es donde se concentra el grueso del negocio tradicional. Y ello pese a que se sigue creciendo en crédito, sobre todo a familias y empresas.

Con esos 330 millones, el banco aún no ha decidido si pagará dividendo este año; no lo hizo cuando ganó 1.157 millones, así que ahora se antoja más complicado. A mediados de año, eso sí, tendrá que afrontar un pago al FROB de 100 millones de los 600 aún pendientes por la compra del banco.

El año en tres cifras

330 millones ?

Beneficio. Un 75 % menos que el 2014, al no activar créditos fiscales. Pagó 18,5 millones en impuestos.

8,6 %

Morosidad. Por debajo de la media del sector (10,1 %). La cobertura de crédito fallido está en el 63 %.

16,01 %

Ratio de solvencia. El mínimo es un 9,75 %. Tiene un exceso de recursos propios de 1.574 millones.