La desconfianza sobre la banca vuelve a desatar el terror en los mercados

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

DANISH SIDDIQUI | REUTERS

El miedo a otra crisis financiera hundió el Ibex un 4,88 %, solo superado por Milán

12 feb 2016 . Actualizado a las 08:23 h.

El respiro del miércoles fue efímero. El terror volvió a apoderarse ayer de los mercados europeos, heridos por la desconfianza sobre la banca. En una jornada de enorme volatilidad, el Ibex 35 perdió un abultado 4,88 %, la mayor caída desde agosto, que dejó al índice español por debajo de los 7.800 puntos -en 7.746,30 concretamente- y con todos sus valores en rojo. El desplome en el parqué español, que en lo que va de año alcanza ya el 18,8 %, solo fue superado por el selectivo de Milán, que cayó un 5,63 %, debido, de nuevo, a la presión bajista de la banca. En cualquier caso, todas las plazas del continente encajaron pérdidas más o menos importantes: entre el 2,39 % de Londres y el 4,05 % de París.

La causa principal de la desbandada inversora está en el miedo a una nueva crisis financiera, ansiedad que se suma a la que provocan las dudas sobre la solidez de la recuperación económica global. Es decir, sus pies de barro: los sobresaltos del cambio de modelo de la economía china, la caída del precio del petróleo y del resto de materias primas, la desaceleración de EE.?UU., la evolución de los tipos o las incertidumbres políticas -de notable impacto en el caso de España-, entre otros factores.

La desconfianza sobre la solvencia del principal banco alemán, el Deutsche Bank, prendió la mecha, alimentada por las dudas sobre la salud de la banca italiana, que acaba de crear su banco malo, y los malos resultados que ayer presentó el francés Société Générale, cuyos beneficios distaron mucho de lo esperado, provocaron un nuevo efecto contagio que, en el caso del selectivo español, se tradujo en un bofetón para todos los valores, pero especialmente los bancarios. Bankia encajó las mayores pérdidas, cediendo un 7,64 %, seguido del -7,14 % del BBVA y del -6,87 % del Santander.

En este escenario, la prima de riesgo española volvió a dispararse. Cerró la jornada en 158,9 puntos, un 6,79 % por encima del cierre del miércoles, pese a que durante la sesión llegó a rebasar los 170 puntos.

El precio del crudo es otro de los factores que más contribuyen al nerviosismo de los inversores, y ayer su evolución no calmó los ánimos, ya que a última hora de la tarde el barril de Brent (de referencia para Europa) se columpiaba en los 30 dólares, después de haber marcado un máximo en 31,11 y luego retroceder un 3 %.

Insisten en la sobrerreacción

Pese a lo desasosegante del escenario, los expertos mantienen que esta tormenta obedece a una «sobrerreacción» de los mercados. Felipe López-Galvez, analista de Self Bank, aseguró en declaraciones a Efe que la situación actual de la banca es muy distinta a la del 2008, ya que las entidades están «bastante más, y mejor», capitalizadas, y sufren una menor morosidad.

«Los inversores extreman la cautela y los motivos de preocupación e incertidumbre pesan como una losa en la perspectivas, que se repliegan hacia posiciones seguras. Las dudas vemos que pueden ir más allá... Sin embargo hay que decirlo alto y claro: no estamos en el 2008», resume Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de la Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver). Y sentencia que «este presente puede parecer complicado, pero el futuro resulta prometedor».

En cualquier caso, mientras se despejan los nubarrones, los inversores buscan amparo en los activos refugio: el oro y el bono alemán son los reyes indiscutibles frente al miedo.

El día en tres cifras

-4,88 %

Ibex. El selectivo se desplomó casi un 5 % y cerró en 7.746,3 puntos tras perder 397,4.

158,90

Prima de riesgo. La prima española se disparó un 6,79 %. En la jornada llegó a superar los 170 puntos.

30 dólares

Petróleo. El barril de Brent tampoco pudo mantener ayer el repunte que experimentó la víspera.

Las dudas sobre la solvencia del Deutsche Bank, epicentro del pánico bursátil

¿Qué pasa con Deutsche Bank? «Pues que no sabemos qué hay», resume Javier Santacruz, economista y profesor del IEB. Por eso está en el epicentro del pánico financiero, porque los inversores dudan de la solvencia del principal banco alemán desde que anunciara que eliminaba el pago de dividendos, lo que, en la práctica, equivalía a sembrar dudas más que razonables sobre si tendría dinero para pagar los intereses de sus bonos contingentes convertibles -los cocos-, equivalentes a las antiguas preferentes, por valor de 5.000 millones.

ARNE DEDERT | EFE

Los cocos posibilitan a las entidades financiarse a menor precio que con acciones y también recapitalizarse automáticamente, pues se transforman en capital si la ratio de solvencia baja de un determinado nivel o si el banco deja de pagar los intereses por dichos instrumentos híbridos.

La entidad ha perdido un 40 % de su capitalización bursátil en lo que va de año y de nada parecen haber servido ni la confianza mostrada por el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que aseguró que no tenía «la más mínima duda sobre la estabilidad del banco», ni tampoco que la firma pueda estar considerando recomprar su deuda, lo que despejaría las dudas de los inversores. Ayer volvió a dejarse más de un 6 %.

Pero las autoridades europeas insisten en su mensaje de calma. Schäuble remarcaba ayer que la volatilidad de las acciones de los bancos europeos obedecía a unos mercados exageradamente cautelosos -de nuevo la «sobrerreacción»-, antes de participar en Bruselas en la reunión del Eurogrupo. También su homólogo español, Luis de Guindos, rechazó el alarmismo, subrayando que no había problemas específicos en la zona euro y que la volatilidad se debe a un ambiente global «que es más complicado que el de hace cinco o seis meses». Es decir, el crecimiento se enfría.