La salida de Emilio Lozoya coincide con uno de los peores momentos de la historia de la petrolera
10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Pemex anunció a principios de este año que planeaba despedir al menos a diez mil trabajadores, según una orden con fecha del 19 de enero del 2016 enviada por el director general, Emilio Lozoya. Lo que no sabía el a esta hora ya exdirector de la petrolera mexicana es que él iba a ser uno de los que abandonarían la casa.
Su salida coincide con uno de los peores momentos de la historia de la petrolera. Con la producción en declive, los precios del crudo tan a la baja que apenas proveen de ingresos al Gobierno, una importación récord de gasolinas y una refinación en mínimos históricos.
Lozoya Austin lideró Pemex durante la histórica reforma energética que abrió el sector mexicano a la inversión privada por primera vez en 75 años. Después de tres años, deja la empresa productiva del Estado con una caída de la extracción de hidrocarburos (su tarea más importante) en 281.000 barriles diarios menos que cuando entró, al pasar de 2,55 millones en a 2,26 millones al cierre del año pasado, según datos de Pemex.
La petrolera estatal acumula pérdidas por más 20.000 millones. Por eso, tras el anuncio de rescate de la compañía su situación se volvió insostenible, y tuvo que marcharse.
Lozoya nunca estuvo en Galicia, pero pasará a la historia del naval de la comunidad como el benefactor de dos de los mayores contratos adjudicados al sector, cuando este estaba en las horas más bajas. No fue él el negociador de los floteles en aquella reunión del Obradoiro, con el presidente Feijoo, sino su antecesor en el cargo, Suárez Coppel. Pero fue Lozoya el encargado de licitar los buques que se entregarán este mismo años.
La idea era ira a más en Galicia, con más encargos. Pero la deriva de Pemex obligó a la petrolera a cancelar inversiones y licitaciones de todo tipo. Pese a ello, la compañía, propietaria del 51 % del astillero gallego Hijos de J. Barreras, anunció a finales de año su intención de construir un tercer buque hotel en Galicia, un trabajo que su filial ya habría empezado a ejecutar.
El futuro de este tercer flotel será ya misión del sustituto de Lozoya, José Antonio González Anaya. «No es del sector del petróleo, peor sí especialista en hacer productivas las empresas», decían ayer en México.