Biocarburantes de Galicia, en concurso con 17 millones de pasivo

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

ECONOMÍA

La planta de biodiésel del concello de Guitiriz, con un pasivo que supera los 17 millones de euros

03 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Biocarburantes de Galicia, la planta de biodiésel del concello de Guitiriz, en Lugo, entró ayer en concurso de acreedores, con un pasivo que supera los 17 millones de euros. Esta empresa es una de las instalaciones gallegas de esta energía renovable creadas entre del 2008 y principios del 2009 y, según algunas fuentes, llevaba más de un año sin actividad. La planta lucense, con una capacidad de producción instalada de 35.000 toneladas -era la más pequeña de las cuatro que se montaron en su momento en Galicia con el apoyo del Igape- supuso una inversión de tres millones de euros y generó en su día 20 puestos de trabajo.

El Juzgado Mercantil de Lugo declaró ayer en concurso voluntario a la sociedad, instalada en el parque empresarial de Begonte y nombró como administrador al economista Jorge Bermúdez de Castro y Jaspe.

Deuda con Hacienda

Algunas fuentes señalaron que la empresa entró en concurso, fundamentalmente, al no poder hacer frente a una deuda con la Agencia Tributaria.

Durante el pasado año el Tribunal Supremo confirmó una multa de 10.000 euros a Biocarburantes de Galicia por no alcanzar el mínimo de certificados para el 2011 y por no pagar los 3.850 euros que estaba obligada a abonar en caso de que no cumpliera con las obligaciones contraídas en los objetivos anuales.

La que más tiempo se mantuvo

Biocarburantes de Galicia, una empresa montada, según fuentes del sector, por un grupo de futbolistas, es de las cuatro que había en Galicia, la que más tiempo se mantuvo en funcionamiento. Las otras tres ya estaban paradas en 2010. La lucense lo consiguió con el 15 % de su capacidad y gracias a la diversificación, al distribuir al por mayor gasoil A y mezclas.

En su día se achacó el declive de esta energía renovable al descenso de producción como consecuencia de las importaciones de Argentina, Indonesia y Malasia y por la subida en los precios del aceite que se utiliza como base para el biodiésel.