Rato, ahora sí, al banquillo por las «black»

Efe MADRID

ECONOMÍA

BENITO ORDOÑEZ

Se abre juicio oral contra los 66 beneficiarios de las tarjetas opacas que se gastaron 12 millones, con los expresidentes de Caja Madrid y Bankia a la cabeza, acusados de apropiación indebida

02 feb 2016 . Actualizado a las 01:24 h.

Ahora sí, al banquillo. El que fue director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), además de vicepresidente del Gobierno con José María Aznar, Rodrigo Rato, será juzgado por la Audiencia Nacional acusado por la Fiscalía de la presunta comisión de un delito continuado de apropiación indebida. En un auto fechado ayer, el juez Fernando Andreu, instructor del caso de las tarjetas black, a través de las que directivos y consejeros de Caja Madrid y Bankia cargaron indebidamente a las entidades cuantiosos gastos personales, ordenó la apertura de juicio oral para Rato y también para su predecesor al frente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y otros 64 beneficiarios de las visas opacas, con las que imputaron doce millones de euros en gastos entre los años 2003 y 2012.

Rato se enfrenta a una petición de pena de la Fiscalía de cuatro años y medio de cárcel, mientras que para Blesa -que instituyó el uso de las black a espaldas de cualquier control en Caja Madrid- se eleva a seis años.

Para el resto de los acusados, entre los que están Ildefonso Sánchez Barcoj, director financiero, mano derecha de Blesa y el que más dinero disfrutó (575.000 euros); o Matías Amat, director general; junto con caras más conocidas, como la de Rafael Spottorno, que fue jefe de la Casa del Rey y director de la Fundación Caja Madrid; o los expresidente y vicepresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández. Anticorrupción solicita penas de cárcel menores (entre cuatro y un año) y sanciones económicas (a razón de 300 euros al día) acordes con la cantidad indebidamente dispuesta, cuya devolución exige como indemnización. Entre quienes se sentarán en el banquillo cuando la sección cuarta de Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional fije fecha de juicio figuran también tres exconsejeros gallegos, lucenses concretamente: Jesús Pedroche Nieto y Francisco José Moure, ambos designados por el PP; y Alejandro Couceiro, elegido en representación de los empresarios madrileños. Había un cuarto, el ourensano Miguel Muñiz de las Cuevas, propuesto por el PSOE, cuyo delito ha prescrito.

Volviendo a los señalados como máximos responsables de la trama de las black, en el caso de Blesa, la Fiscalía reclama que devuelva casi 9,35 millones de euros (el montante de los cargos que se hicieron con las tarjetas B durante todo su mandato en Caja Madrid), aunque el importe del que él dispuso ascendió a 436.688 euros. Idéntica petición hace para Rato, a quien exige una indemnización cercana a 2,7 millones (él se benefició de algo más de 99.000 euros que, como otra decena de los imputados, ha devuelto). Las indemnizaciones tienen carácter solidario, es decir, deberán ser aportadas proporcionalmente por todos.

Administración desleal

Pero la acusación de apropiación indebida, formulada por el Ministerio Fiscal, no es la única que les imputan, ya que Bankia y el FROB, como acusación particular, les añaden a ambos el delito de administración desleal, aunque pidiendo penas menores que Anticorrupción: cuatro años para Blesa y tres para Rato, Bankia; y cuatro años y nueve meses y tres años, el FROB. UPyD, como acusación popular, pedía diez años de cárcel.

Principales acusados

Miguel Blesa. Seis años de cárcel. Durante su mandato al frente de Caja Madrid cargó 436.688 euros en gastos personales con su tarjeta opaca. La Fiscalía le imputa un delito de apropiación indebida y reclama seis años de prisión

Rodrigo Rato. Cuatro años y medio. Anticorrupción considera acreditado que «mantuvo el sistema establecido por su predecesor», por lo que pide también prisión y una multa de 108.000 euros por apropiación indebida

Ildefonso Sánchez Barcoj. Dos años de prisión. Fue quien mayor importe cargó a su tarjeta: 575.071 euros. La Fiscalía le imputa el mismo delito que a Blesa y Rato y una multa de 300 euros al día durante siete meses

El exdirector del FMI aún tiene un rosario de presuntos delitos que están siendo investigados por los tribunales

Aunque la de las tarjetas B de Caja Madrid ha sido la primera causa que sentará a Rodrigo Rato en el banquillo, no es la única por la que el otrora todopoderoso político tiene que dar cuenta ante los tribunales. De hecho, el propio juez Andreu, titular del juzgado de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, también investiga a Rato por su responsabilidad en la fraudulenta salida de Bankia a Bolsa. Tanto es así, que la de las black nació como una pieza separada del caso del debut bursátil de la entidad.

En este procedimiento, junto con Rato también está siendo investigado Miguel Blesa, que igualmente acumula un ramillete de causas abiertas, como la de la comercialización de las preferentes y la de las retribuciones de los directivos de Caja Madrid durante su presidencia, esta última denunciada por UPyD ante los Juzgados de Plaza de Castilla. Cabe recordar, además, que Blesa acabó en prisión en dos ocasiones, cuando el ahora inhabilitado juez Elpidio José Silva le envió por el caso de la compra del Banco de Florida, recientemente archivado.

Rato también tiene asuntos pendientes en el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, después de que Andreu rechazara acumularla a las ya abiertas en la Audiencia Nacional. El juez titular del número 31, Antonio Serrano Arnal, investiga irregularidades en el patrimonio personal y familiar del exvicepresidente del Gobierno y le atribuye la presunta comisión de delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. Están imputadas una docena de personas.

Además de esta causa principal, Rato está incurso desde hace unos días en otra pieza separada, abierta por Serrano Arnal, para investigar la creación de sociedades para mover su patrimonio. El juez ha decretado el secreto de las actuaciones, en las que están acusadas tres personas más. Rato declarará el día 19.