¿Hasta cuándo las ayudas a la compra que ya casi no lo son?

m. s. d. VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

José Manuel Soria prolongó el plan de subvenciones a la compra de coches a todo el 2016. ¿Es necesario para que el mercado funcione?

27 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El plan PIVE cerró el 2015 con un inesperado sobrante de 120 millones de euros. Esta considerable suma disponible llevó a José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo en funciones, a prolongar el plan de ayudas a la compra de coches al 2016, y no solo hasta que dure el dinero sobrante del 2015 (se calcula que hasta julio), sino todo el año.

Soria ha dicho públicamente que «el sector del automóvil debería seguir teniendo ayudas a lo largo de todo el 2016». Pero, ¿es necesario prolongar esta bonificación para que el mercado funcione? Para Faconauto, la patronal de los concesionarios, no solo es así, sino que incluso han declarado que las ayudas deberían suavizar sus condiciones y hacerse extensivas a más modelos.

Nadie duda de que el plan PIVE, en sus 8 ediciones, ha supuesto un impulso enorme en momentos muy delicados para la industria del automóvil. En agosto del 2013, España llegó al mínimo absoluto en ventas de los últimos 20 años. En ese mes, el recuento anual de turismos matriculados apenas llegó a las 680.000 unidades.

Superados los años críticos, con cierre de concesionarios y cientos de despidos, el mercado automovilístico no ha parado de avanzar, aunque lejos de los 1,6 millones de coches al año que se vendían en 2008, antes del estallido de la crisis.

A rodar solos

Tal vez esa meta no se vuelva a alcanzar nunca pero, en todo caso, los analistas y expertos en el tema, aseguran que ya es hora de que el sector empiece a caminar por sí solo, sin necesidad de apoyos en forma de ayudas.

En realidad ya lo está haciendo, ya que, según un informe de BBVA Research, el impacto del PIVE sobre las ventas de coches casi ha desaparecido. El documento explica que esta pérdida de eficacia del plan para impulsar las ventas de coches en España es consecuencia de las restricciones introducidas en las dos últimas ediciones del mismo, la séptima y la octava, en vigor.

Apunta que esta situación se debe a la «escasa relevancia» que tiene en la actualidad la subvención de 750 euros, por parte del Estado (declarable a Hacienda) y de otros 750 euros por parte de las marcas, como estímulo para la demanda.