Adiós a la guerra de los seguros baratos

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Las compañías comienzan a subir el precio de las pólizas de los automóviles, empujadas por la mayor siniestralidad y el nuevo baremo de accidentes de tráfico

13 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Adiós a los seguros de coche casi tirados de precio. La guerra de tarifas a la baja en la que las aseguradoras llevaban siete años inmersas, para evitar perder cuota de mercado durante la crisis, ha tocado a su fin. Así lo confirman estudios del sector realizados por diferentes comparadores, que concluyeron que entre enero y octubre del pasado año el importe medio de los seguros de coche a terceros y terceros ampliado (que concentran el 70 % de las contrataciones) experimentaron un aumento del 5,3 %, pasando de los 353 euros de enero a los 371,5 de octubre. Y la previsión es que la tendencia que comenzó en el 2014 no solo se mantenga si no que se incremente en este ejercicio, en el que el portal Kelisto estima que los precios podrían crecer otro 6 % más.

El 2014 marcó el punto de inflexión, con un repunte del 5,1 % en las tarifas, frente a la caída de prácticamente la misma cuantía (el 5 %) registrada el año anterior. ¿Qué ha provocado el cambio?

Hay dos causas principales. Una de ellas es, paradójicamente, la recuperación económica, que ha provocado un aumento de la siniestralidad (el porcentaje de la prima que se destina a los siniestros), que ha pasado del 75,2 % en el 2013 al 77,3 % en el primer semestre del 2015. Con la recuperación han aumentado las matriculaciones de vehículos y también los desplazamientos por carretera y, en consecuencia, los accidentes.

A este factor se suma otro, que es la entrada en vigor, el pasado 1 de enero, del nuevo baremo para indemnizar a las víctimas de accidentes de tráfico. El nuevo sistema de valoración que cuantifica las indemnizaciones económicas por las secuelas y los daños morales y patrimoniales que se derivan de un accidente introduce actualizaciones y cambios que, en muchos casos, pueden elevar hasta en un 50 % las cuantías, lo que se traducirá en un importante bocado a las cuentas de las aseguradoras.

La memoria económica del nuevo baremo, aprobado por ley el pasado septiembre, establece que el coste de las indemnizaciones subirá en un 8 %, lo que apunta a que las compañías acabarán trasladando el incremento, en mayor o menor medida, a sus asegurados. Desde Unespa, la patronal del sector subrayan que los precios los establecen las compañías y que es cada aseguradora quién decide qué modelo de negocio quiere, por lo que no se puede hablar de incrementos generalizados.

Evitar perder dinero

Efectivamente, las firmas no hablan abiertamente de subidas de tarifas y la repercusión de otros costes para cubrir el impacto del nuevo baremo, pero las más grandes del sector llevan tiempo deslizando el discurso de que es necesario subir precios para evitar perder dinero.

El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, en la presentación de los resultados semestrales del 2015 calificó de «insostenible» que el sector asegurador de autos pierda dinero, por lo que instó a las compañías deficitarias a encarecer las tarifas. «El mercado tendrá que actuar, tendrá que reaccionar», sentenció.

En la misma línea de acomodar los precios a la nueva realidad está Mutua Madrileña, aunque la estrategia de la entidad presidida por Ignacio Garralda es la de absorber en lo posible el incremento de las indemnizaciones para que impacten lo mínimo en sus primas. Cosa distinta es que todas las firmas puedan hacerlo.

La nueva norma introduce otros conceptos indemnizables y acota el fraude

El nuevo baremo, que acaba de entrar en vigor, es la culminación de cuatro años de trabajo de una comisión independiente encargada de revisar y adaptar a la situación social y a los avances médicos el sistema de indemnizaciones creado en 1995.

«Funcionó muy bien durante veinte años, pero se quedó desfasado y dio lugar a un incremento de la litigiosidad, porque las víctimas consideraban que la indemnización no era justa». Así explican desde Unespa la génesis del nuevo baremo, que persigue dar soluciones extrajudiciales en la inmensa mayoría de los accidentes de tráfico.

Las compensaciones suben porque, señala la patronal del sector, se elevan a los grandes lesionados y a los familiares de los fallecidos, además de incluir nuevos conceptos indemnizables, como el gasto médico futuro (la atención que requieran lesiones estabilizadas, cambios de prótesis, etcétera) o el lucro cesante (el dinero que deja de percibir el lesionado por las secuelas del siniestro).

Otra novedad es el baremo de concurrencia de culpas (que un siniestro se produzca o agrave por tu intervención), que no se aplica nunca a los menores de 14 años. Igualmente incluyen en las indemnizaciones a las nuevas estructuras familiares (el requisito es convivir cinco años), adaptándose a la realidad social.

También pone coto al fraude de las falsas lesiones, especialmente las cervicales, que se siguen indemnizando, pero bajo mayores exigencias, como condicionantes temporales y exámenes biomecánicos.