Las lácteas imponen límites a la producción de los ganaderos gallegos

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán Ramón Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ANGEL MANSO

Feiraco ha sido la última en pedir a sus socios que contengan las entregas

09 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quienes pensaban que la desaparición de las cuotas lácteas traería consigo una total liberalización del mercado y abriría la posibilidad a que los ganaderos pudiesen aumentar libremente su volumen de producción, estaban profundamente equivocados.

De hecho, con la coyuntura actual, cada vez son más los productores que tienen dificultades para comercializar, a precios de mercado, los posibles incrementos de sus entregas. Existe un exceso de materia prima que el propio mercado no es capaz de absorber y que está obligando a muchas industrias lácteas a imponer límites a los ganaderos. La última de ellas ha sido la cooperativa Feiraco, que ha pedido a sus socios una contención de la producción con el fin de controlar los volúmenes de leche de cara a la primavera y así ajustarlos lo máximo posible a las ventas.

Caen las importaciones chinas

Detrás de esta situación de sobreproducción láctea se encuentran varios factores. Por un lado, el descenso continuado que viene registrando el consumo de leche en los hogares -del 3,5 % durante el último año- y, por otro, la caída de las importaciones lácteas realizadas por China. En el 2015 se han reducido a menos de la mitad en lo referente a la leche entera en polvo y más de un 20 % para la variedad desnatada.

A esto hay que unir la prórroga del veto ruso a la importación de lácteos europeos que, si bien apenas afecta a la leche líquida, si tiene una importancia capital en derivados como el queso o la mantequilla.

Buena parte de los primeros compradores que operan en Galicia han planteado a sus granjeros durante el último año la necesidad de limitar la producción. De hecho, el contrato homologado para compraventa de leche consensuado en el marco de la interprofesional láctea (Inlac), establece el llamado margen de tolerancia, que no es más que el porcentaje máximo que podrán producir las granjas sobre las cantidades pactadas inicialmente. Entre algunas lácteas resulta habitual que se liquide a los ganaderos el 80 % de la producción a un precio y el 20 % restante a otro sensiblemente inferior. Otras optan, sin embargo, por aplicar descuentos en las liquidaciones de la materia prima entregada que exceda lo producido en ejercicios precedentes.

Pero, no solo la industria asentada en España empieza a tener dificultades para dar salida a la totalidad de la producción. Gigantes europeos como Friesland Campina, la principal láctea del continente de base cooperativa, acaba de poner en marcha una novedosa iniciativa. Bonificará con dos céntimos de euro por litro a aquellos ganaderos que entre el 1 de enero y el 11 febrero mantengan o reduzcan su nivel de producción.

Mecanismos de regulación

Desde la desaparición de las cuotas, la producción de leche en Europa ha crecido más de un 3% siendo especialmente significativos los incrementos registrados en Alemania, Polonia e Irlanda.

Si bien resulta imposible que Europa vuelva a echar mano de las cuotas lácteas para controlar la producción, cada vez más voces claman por la necesidad de poner en marcha algún tipo de mecanismo de regulación en momentos de crisis como el actual.

Desde la European Milk Borrad, entidad que agrupa a asociaciones de ganaderos de toda Europa, creen que la regulación que están llevando a cabo las industrias resulta dañina para los intereses de los productores y, al mismo tiempo, insuficientes para frenar los excedentes. Piden la intervención pública a la hora de primar con incentivos la reducción voluntaria de la producción o incluso la puesta en marcha de programas de recortes obligatorios si los primeros no consiguen equilibrar oferta y demanda.