Josep Soler: «Siempre es un buen momento para invertir en Bolsa, pero a largo plazo»

F. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Soler advierte de que el único modo ahora de sacar rendimiento a los ahorros es asumir un cierto riesgo e invertir

21 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Josep Soler, presidente de la asociación europea de asesores financieros (EFPA), estuvo esta semana en A Coruña para explicar el impacto que tendrá una nueva norma comunitaria sobre la profesión y para compartir sus consejos. Con un asesor financiero delante, la primera pregunta cae de cajón.

-Con unos tipos de interés por los suelos, ¿en qué se deben invertir ahora los ahorros?

-Un asesor financiero siempre debe contestar a esa pregunta con un ?no lo sé, no te puedo contestar hasta que no te conozca?. Porque lo primero es conocer a la persona, qué capacidad tiene de ahorro, su edad, qué otros recursos posee... Y luego es preciso averiguar su umbral de insomnio, es decir, no inviertas nada con tanto riesgo que no te permita dormir por las noches, esto es básico. El riesgo ha de estar muy adecuado a tu personalidad. Con los intereses tan bajos ya no hay excusa para asumir un riesgo mínimo, porque la única posibilidad de obtener rendimientos es una cartera de renta variable.

-O sea, que para ganar dinero con los ahorros hay que arriesgar.

-Sí, pero no por encima de lo que cada uno pueda asumir.

-¿Cómo se calcula ese riesgo?

-Una persona de 35 años con un empleo relativamente estable, bien pagado, tiene que invertir gran parte de sus ahorros en acciones o en renta variable porque tiene capacidad para generar más ahorros y posee objetivos a largo plazo.

-¿Es buen momento para invertir en bolsa?

-Siempre es buen momento para hacerlo a largo plazo, porque la bolsa a corto plazo puede bajar, puede subir, es impredecible, el que diga lo que va a hacer en un año o en dos que nos explique qué bola de cristal tiene. Lo que sí sabemos es que a largo plazo sí sube más que otras inversiones, pero para ello necesitamos que nuestro objetivo, nuestro ahorro, también sea a largo plazo.

-Así que eso de hacerse rico en la bolsa de un día para otro...

-Hay algún especulador que en algún momento se hizo rico, pero sigue siendo especulador y en algún momento deja de ser rico. No conozco a ningún especulador que permanentemente sea rico.

-¿Hay alguna inversión segura? ¿Materias primas? ¿Viviendas?

-No. El riesgo cero en las finanzas europeas son los bonos alemanes, pero tienes que pagar para poder invertir en ellos. Las materias primas han tenido unos altibajos tremendos en los últimos años, los diamantes son de una volatilidad tremenda, a pesar de que es un mercado intervenido y es casi un monopolio de una empresa sudafricana. Un bono español a 10 años te va a dar un rendimiento bajito, del entorno del 2 %, pero es seguro.

-¿Recomienda los planes de pensiones?

-No está mal plantearse cómo complementar la pensión pública, pero lo puedo hacer con cualquier producto de ahorro, no necesariamente con un plan de pensiones. Lo único que me da son unas ventajas fiscales sobre las aportaciones, nada más.

-¿Cuál sería una mala inversión?

-Aquella que no se adecúe a mi perfil, a mi capacidad para asumir riesgos... Las inversiones no son buenas o malas per sé. Desgraciadamente se emiten demasiadas recetas sin mirar a quién van destinadas. Ahora, por ejemplo, los depósitos casi no dan rentabilidad y está llegando mucho dinero a fondos de inversión mixtos que tienen un riesgo considerable, es probable que no sea el producto adecuado para muchos de ellos. A usted le hubiera gustado que yo le dijera que invirtiera en tal o cual empresa en Bolsa, pero ningún asesor financiero se lo dirá, es el analista el que se permite elucubrar. No creo en los gurús, es humo, no conozco a ninguno que acierte el 50 % de las veces. Porque en los mercados hay un componente humano muy importante, el que gestiona las empresas puede enloquecer. El dinero es lo más miedoso que hay y muchas cobardías juntas provocan cosas raras en los mercados.

«Otro escándalo de las preferentes va a ser complicado»

Soler aconseja a los consumidores pedir varias opiniones antes de decidir su inversión.

-¿Puede repetirse el escándalo de las preferentes?

-Va a ser mucho más complicado, los bancos están en una situación más solvente y la normativa nueva va a hacer mucho más difícil que se produzcan episodios tan lamentables. Además, los clientes bancarios están más prevenidos. Los desastres de las preferentes han generado una distancia inmensa entre los bancos y sus clientes. Las entidades han perdido reputación, la confianza de sus clientes y les va a costar muchísimo recuperarla. Y eso no es bueno para el negocio y los bancos se han puesto como primer objetivo recuperar esa credibilidad, por tanto, no se pueden permitir otro episodio de este tipo. Pero en el caso de las preferentes también influyó la ambición humana, hubo malas prácticas bancarias, pero también errores de los clientes. No hablo de la viejecita que fue engañada, sino de clientes que invirtieron por el rendimiento.

-La rentabilidad ciega, claro. ¿A partir de qué tipo de interés hay que desconfiar de ese producto?

-Esto es complicado, porque igual que hay gente que cree en los milagros, hay otra que cree en los rendimientos fantásticos. A ver, hay posibilidad de rendimientos muy altos, pero con un riesgo enorme de perderlo todo. Y yo no creo en estos milagros.

-Los clientes suelen recurrir al banco para gestionar sus inversiones.

-Estamos en un país muy bancarizado y recurrir a ellos es lo más fácil. Pero nos hemos de acostumbrar a pedir segundas opiniones.

-¿Hay muchos asesores financieros que no lo son?

-Hay muchos asesores no independientes, que nos van a recomendar productos propios que les generen unas comisiones, por eso es importante tener varias opiniones. A partir del 1 de enero del 2017 la profesión estará más reglamentada, vamos a saber con detalle cómo se gana la vida el señor que me asesora, las comisiones van a ser mucho más explícitas, vamos a ganar mucho en transparencia de costes. Va a cambiar mucho la relación entre entidades financieras y clientes.