Barreras y Metalships llevan casi dos años sin contratar, y Vulcano, más de tres. Tampoco el público respira tranquilo
17 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Con el precio del barril de brent a 62,5 dólares, ganar una orden de construcción de un buque para una petrolera es misión imposible. Y precisamente este sector, el de la construcción offshore, ha sido el más prolífico para Hijos de J. Barreras, Vulcano y Metalships & Docks, los tres mayores astilleros privados gallegos, que mantienen su cartera de pedidos a cero desde hace ya muchos meses.
Tampoco el sector público respira tranquilo. Navantia Ferrol solo ha conseguido algunos bloques de los cuatro buques adjudicados a Puerto Real, según Industria. En realidad, de acuerdo a los datos de este ministerio, el conjunto de la industria naval privada gallega solo ha logrado firmar cuatro pedidos en el tercer trimestre: Armón se adjudicó dos, de los que uno es para Seychelles; Cardama, uno para Irak; y Freire, otro para Indonesia.
El contador para Hijos de J. Barreras se quedó parado en el flotel para Pemex que ganó en enero del 2014. Desde entonces, pese a tener firmados varios acuerdos de intenciones, y a pesar de contar con la petrolera como primer accionista, el astillero no ha logrado amarrar ningún nuevo buque. A falta de contratos reales, la empresa que preside José García Costas tiene en cartera una nueva promesa reciente de Pemex, la adjudicación de un segundo flotel, del que se esperarían noticias este mismo mes.
Otro astillero vigués, Metalships & Docks, que en el año 2012 entregó el mayor buque offshore del mundo a Noruega, lleva más de dos años sin firmar un nuevo pedido. Su cartera se quedó en blanco en septiembre del 2014, cuando la americana McDermot se llevó el último buque firmado. Desde entonces, el astillero, que ahora está controlado por China Sonangol (posee el 60 %), ha limitado su actividad a la reparación de barcos.
Promesas en el aire
Las promesas de carga de trabajo anunciadas por la compañía del grupo Rodman, una vez vendida al capital chino-angoleño, se mantienen en el aire, sobre todo, después del encarcelamiento de Sam Pa, el representante de China Sonangol en toda la operación de compra del astillero.
La situación de Factorías Vulcano es también delicada. La compañía, que llegó a tener en propiedad a los astilleros asturianos Juliana (hoy de Armón), y a construir hasta cuatro buques offshore a un tiempo, apenas ha tenido actividad en las gradas tras superar el concurso de acreedores en el año 2012. Solo un ferri que no consigue financiar y obras de tipo civil.
El naval gallego, en general, se mantiene rezagado, en comparación con la evolución del sector en el resto de España, en donde la caída de las órdenes de nuevos buques por parte de las petroleras también ha hecho mella. La cartera de pedidos gallega supone un 24 % del total, por delante de Asturias, con un 12 %, mientras que el País Vasco consolida su liderazgo con un 37 %.
Con el grifo de las petroleras cerrado, ¿dónde está la carga de trabajo para los astilleros? ¿Donde están consiguiendo contratar asturianos, vascos y también algunos constructores navales gallegos? Fuentes del sector explican que, por primera vez desde la crisis, vuelven a repuntar los buques para Gobiernos, sobre todo los de carácter científico. Pero el mayor nicho de mercado se encuentra ahora en los barcos de pasaje, precisamente porque el petróleo está ahora barato y las navieras se animan a renovar su flota.
La crisis del naval llega a China y Corea
Hasta ahora, los grandes proyectos mundiales de construcción naval estaban relacionados con el offshore, es decir, con la extracción de petróleo en el mar. Pero con la caída de los precios del barril de brent todo se ha paralizado. Las órdenes para nuevas plataformas o buques de apoyo se han congelado y el golpe a la industria naval ha llegado también a Asia, la primera potencia del sector.
Las pérdidas operativas de los tres mayores astilleros de Corea del Sur (Construcción de Buques e Ingeniería Marina Daewoo, Industrias Pesadas Hyundai e Industrias Pesadas Samsung) podrían ascender a 8 billones de dólares, según los estudios de mercado internacionales.
También China ha anunciado la suspensión de pedidos. Solo en la provincia de Jiangsu se han cancelado 23 proyectos en lo que va de año.
En Brasil, la construcción naval destruyó 20.000 puestos de trabajo en los primeros nueve meses del 2015, como consecuencia de la caída de encargos por cuenta de Petrobras «Cuando los precios están bajos, las compañías petroleras optan por reducir sus proyectos de exploración, para centrarse en la producción y generar ingresos», explican fuentes del Colegio de Ingenieros Navales y Oceánicos.
En estos momentos, los astilleros españoles apenas fabrican el 0,3 % de los nuevos buques. Asia destaca a la cabeza de la construcción naval, con China (37,6 %), Corea del Sur (28,9 %) y Japón (16,1 %) acaparando ocho de cada diez operaciones.