La planta lusa de Pescanova, a punto de salir de números rojos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M. MORALEJO

La piscifactoría neutraliza siete millones de pérdidas por el alto precio del rodaballo

01 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Acuinova Actividades Piscícolas o, lo que es lo mismo, el negocio del cultivo de rodaballo de Pescanova en Portugal, está a punto de ser rentable por primera vez desde su puesta en funcionamiento, hace seis años. La entrada en beneficios podría ocurrir ya al cierre de este 2015, si la evolución de las ventas se mantiene al mismo ritmo que en el primer semestre. Así lo aseguran fuentes conocedoras de las cuentas de la filial lusa, según las cuales la piscifactoría portuguesa, que cerró el ejercicio del 2014 con 7,4 millones de euros de pérdidas, ha reducido brutalmente los número rojos hasta los 726.000 euros, que es la cifra computada entre enero y junio de este año.

La explicación a esta espectacular recuperación está en el incremento del precio del rodaballo, que ya está por encima de los 8 euros el kilo.

La evolución favorable de esta planta vuelve a situarla en el punto de mira de la compañía (tanto del actual consejo de administración, como de la banca acreedora) para su posible repesca, ya que, técnicamente, en estos momentos es propiedad de los bancos acreedores portugueses (Banco Caixa Geral, BPI, BCP y Novo Banco). La decisión se tomará antes de que finalice el ejercicio contable de Pescanova, el 30 de noviembre.

Un activo a la venta

Antes del proceso de reestructuración, que culminó esta misma semana con la constitución de Nueva Pescanova, la compañía ya daba por perdido el negocio del rodaballo portugués. De hecho, en su último informe financiero anual, publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado mes de junio y auditado por Ernst & Young, Pescanova contabilizó su negocio en Portugal por vez primera como activo mantenido para la venta. El grupo valoró las inversiones que ha realizado en el país en 107,8 millones.

La planta acuícola, concebida por Pescanova con la expectativa de ser la mayor de Europa -lo es en dimensión- produjo en el 2010 más de 2.880 toneladas de rodaballo, que subieron a 3.931 en el 2011 y alcanzó las 4.397 un año después, frente a las 7.000 previstas. Hasta finales del 2014 su actividad se ha situado en torno a las 3.500 toneladas.

Mientras no consigan venderla, los bancos portugueses garantizan su actividad, aunque se muestran reticentes a inyectar más fondos. La idea que ahora vuelve a estar sobre la mesa es la posibilidad de capitalizar, en su totalidad o en gran parte, los 100 millones de deuda que arrastra este activo, originados en buena medida por los fallos en la construcción, que han afectado gravemente a la actividad piscícola.

Pescanova recibió 58,7 millones de ayudas por parte del Gobierno luso, que se ha negado a conceder más apoyo porque las previsiones de producción y empleo no se han cumplido.