Los dos principales sindicatos agrarios se desmarcan del acuerdo lácteo

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO

ECONOMÍA

CÉSAR TOIMIL

UPA y COAG justifican su decisión en la ausencia de criterios que permitan definir qué es un precio sostenible para el productor y en la inexistencia de un régimen sancionador en caso de incumpliento de lo firmado

22 sep 2015 . Actualizado a las 21:41 h.

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA), matriz de Unións Agrarias, y la Confederación de Organizaciones Agrarias (COAG), donde está integrado el Sindicato Labrego, han anunciado hoy su renuncia a tomar parte en el acuerdo lácteo, cuya firma está prevista mañana en Madrid. La ausencia de criterios objetivos que permitan acotar qué es un precio sostenible para el productor y limitar así la discrecionalidad de industria y distribución, y la inexistencia de un régimen sancionador en caso de incumplimiento, son las razones esgrimidas por las plataformas que agrupan a la mayoría del sector ganadero en España para rechazar un pacto, al que sí se sumarán Asaja y las cooperativas. 

Ambas organizaciones, abiertas a sumarse al acuerdo si se producen modificaciones, han denunciado que el texto presentado es una «mera declaración de intenciones» y han reclamado un nuevo escenario que, de forma real, impulse unos precios al ganadero por encima de los costes de producción. Pero el Gobierno ha repetido una y otra vez en que ha llegado hasta el máximo legal posible de una propuesta que será desarrollada por un decreto. La ministra Isabel García Tejerina ha insistido hoy en Madrid en que el acuerdo es bueno para todo el sector y que no ha sido posible hacer referencias a precios mínimos porque lo prohíbe la normativa de Competencia.

«Lo último que desearía es que los ganaderos tuvieran hacer frente a una sanción por pactar precios, algo que es contrario a la normativa competencia comunitaria y española», indicó la ministra. Tras participar en el desayuno de Nueva Economía Fórum, en el que presentadó a la responsable de Fomento, Ana Pastor, la titular de Agricultura declaró a los medios que el texto incorpora «medidas tan importantes» como «dejar de utilizar la leche como producto reclamo» o el compromiso de que la industria comparta beneficios con los productores. El Gobierno destaca, además, que algunas marcas de la distribución y la industria han «dado pasos antes de firmarlo», en referencia a la decisión de empresas como Mercadona, Vegalsa, Leche Celta y Lidl de mejorar los precios que pagan a los ganaderos.

Sin embargo, son gestos que no satisfacen a gran parte de la base productora, temerosa de que, como ya sucedió en anteriores pactos, esta crisis acabe cerrándose en falso. El secretario de Organización de COAG, Andoni García, y el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, explicarán mañana su rechazo al acuerdo antes del acto de firma del mismo, que tendrá lugar a las 12.30 horas. UPA y COAG han asegurado que a la propuesta, «orquestada» por el Ministerio de Agricultura, «le ha faltado valentía para definir un precio sostenible al productor» y carece además de garantías jurídicas que permitan «cambiar los malos hábitos que industria y distribución llevan años desarrollando».

Los gestos de la industria y de la distribución para valorizar la leche tras dos semanas de movilizaciones han servido, al menos por ahora, para que los ganaderos gallegos volviesen a trabajar en sus explotaciones. Durante cinco días consecutivos, toda la cadena de valor estuvo paralizada, generando cuantiosas pérdidas a todos los eslabones. La Xunta ha defendido la necesidad de firmar este acuerdo, pero su presidente, Alberto Núñez Feijoo, ha anunciado que estará vigilante para velar por su cumplimiento. Y el propio BNG, por boca de su portavoz, Xavier Vence, ha alertado del riesgo de que el acuerdo que se firma mañana se quede en nada, toda vez que no existen garantías reales para su cumplimiento.