Estados Unidos abre una investigación penal contra Volkswagen 

EFE

ECONOMÍA

DARREN ORNITZ | REUTERS

Con casi toda seguridad, el presidente del grupo y sus principales directivos se verán forzados a comparecer para explicar el fraude y ofrecer públicamente disculpas en suelo estadounidense

22 sep 2015 . Actualizado a las 20:29 h.

Los problemas legales y de imagen del Grupo Volkswagen han empezado a multiplicarse en Estados Unidos, con la apertura de varias investigaciones tras saberse que el fabricante alemán trucó casi medio millón de vehículos diesel para evitar las regulaciones medioambientales.

La Oficina del Fiscal General de Nueva York, Eric Schneiderman, ha anunciado este martes que, junto con otros estados, ha puesto en marcha una investigación sobre las acciones del fabricante alemán. Varios medios de comunicación locales informaron además de que el Departamento de Justicia ha abierto una investigación penal sobre las acciones de la compañía, que el viernes aceptó las conclusiones de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) sobre la manipulación de sus vehículos con un software fraudulento.

Fuentes consultadas por el periódico The Wall Street Journal han señalado que la división de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia ha asumido la investigación penal. Aunque su subdirector de Relaciones Públicas declaró que no puede negar ni afirmar la existencia de tales pesquisas, la fiscal general asistente del departamento Leslie Caldwell indicó, durante un discurso en una conferencia anual sobre investigaciones internacionales, que «imputar a la entidad corporativa e imponer una multa u otras condiciones impersonales simplemente no es suficiente, en la mayoría de las circunstancias, para castigar totalmente y, lo que es más importante, disuadir la mala conducta corporativa».

Quien sí ha informado del inicio de procesos contra el fabricante es el Congreso estadounidense. El presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, el republicano Fred Upton, informó este lunes que en las próxima semanas el organismo llevará a cabo una vista sobre el fraude cometido por Volkswagen. «El público estadounidense se merece respuestas y garantías de que esto no pasará de nuevo. Tenemos la intención de conseguir esas respuestas», afirmó Upton.

Además de la investigación penal, el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes del Congreso anunció este lunes que «en las próximas semanas» celebrará una vista sobre el fraude en el subcomité de Supervisión e Investigaciones. El presidente del Comité, el republicano Fred Upton, aseguró que «el público estadounidense se merece respuestas y garantías de que esto no pasará de nuevo. «Tenemos la intención de conseguir esas respuestas», sentenció.

La apertura de estas investigaciones supone que la pesadilla de Volkswagen en Estados Unidos solo acaba de empezar y que la imagen del principal fabricante de automóviles del mundo sufrirá gravemente en el proceso. Con casi toda seguridad, el presidente del grupo, así como los principales directivos de la compañía, se verán forzados a comparecer ante alguno de los comités del Congreso para explicar el fraude perpetrado y ofrecer públicamente disculpas en suelo estadounidense.

No son los únicos

La situación es similar a la que encararon con anterioridad otros dos gigantes del mundo del automóvil, Toyota y General Motors (GM), quienes también reconocieron haber ocultado y engañado a las autoridades y al público estadounidense. En febrero del 2010, el presidente y consejero delegado de Toyota, Akio Toyoda, y el presidente de Toyota en Norteamérica, Yoshimi Inaba, comparecieron ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes para responder por los defectos de aceleración involuntaria de sus automóviles. Los defectos, una alfombrilla mal diseñada y un sistema de control de velocidad defectuoso, causaban aceleraciones involuntarias en los vehículos de Toyota. Pero la compañía japonesa negó y ocultó el problema durante años hasta que se vio obligada a reconocer que los defectos causaron 89 fallecidos. La compañía también se vio forzada a revisar millones de vehículos en todo el mundo.

Ante el interrogatorio de los congresistas estadounidenses, Toyota presentó en repetidas ocasiones sus «condolencias desde lo más profundo de su corazón» y expresó su «vergüenza» por lo sucedido. Cuatro años después, los directivos de General Motors tuvieron que encarar la ira de los congresistas por el sistema de ignición defectuoso que la compañía instaló, a sabiendas, en 2,6 millones de vehículos y que causó al menos 124 muertos en las carreteras estadounidenses. El defecto, que se podía haber solucionado si GM hubiese invertido un dólar extra en cada vehículo, provoca el apagado involuntario e inesperado del motor, lo que cancela los sistemas de airbag por lo que, en caso de impacto, los ocupantes no cuentan con este sistema de seguridad. La consejera delegada de GM, Mary Barra, así como los principales ejecutivos del fabricante comparecieron en varias ocasiones ante comités del Congreso para responder las preguntas y enfrentarse a las duras críticas de los legisladores. 

Merkel exige transparencia

La canciller alemana, Angela Merkel, por su parte, ha exigido «transparencia total» en el escándalo del fabricante de automóviles, hecho público el viernes. Al ser interrogada al respecto en la rueda de prensa que siguió a su reunión en la sede del Gobierno con el presidente finlandés Juha Sipilä, Merkel ha expresado su confianza en que en esta «compleja situación» estén «todos los hechos sobre la mesa lo más pronto posible».

La canciller ha explicado que su ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, está en «estrecho contacto» con Volkswagen y ha considerado que, por lo que se conoce hasta el momento, el Gobierno alemán ha tomado todas las medidas pertinentes.