Arte y antigüedades, refugio de las fortunas gallegas durante la crisis

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Venta de un Velázquez en una casa de subastas de Madrid.
Venta de un Velázquez en una casa de subastas de Madrid. Juan Lázaro

La declaración de esos bienes ante Hacienda aumentó un 50 % entre el 2007 y el 2013, a 1,5 millones de euros por cotizante, casi el triple que en España

22 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El impuesto de patrimonio, por el que están obligados a tributar las grandes fortunas y que gestionan las comunidades autónomas, es un termómetro para medir cómo se mueve la riqueza en España. Y cómo lo ha hecho durante los años de la recesión, porque permite analizar el comportamiento en inmuebles, valores, inversiones... Y hay una partida cuyo crecimiento llama la atención: la declaración de objetos de arte y de antigüedades. En Galicia, este apartado al cierre del 2013 -el último dato oficial- es un 50 % mayor que en el 2007, cuando estaba a punto de estallar la burbuja económica. Aquel año, 64 declarantes gallegos decían tener este tipo de patrimonio por un importe conjunto de 30,1 millones de euros. Salían a una media de 471.000 euros. En España ese baremo estaba entonces en los 138.000 euros.

Ahora bien, seis ejercicios después, esa cifra se ha incrementado hasta los 44,4 millones de euros, un crecimiento de casi el 50?% (47,5 %, en concreto). Hay incrementos parecidos en otras partes de España, pero en Galicia hay una curiosidad mayor: ese patrimonio en arte lo declaran ahora apenas 29 ciudadanos (un descenso importante) a una media de 1,5 millones de euros cada uno. En el conjunto de España lo hacen 656 españoles, 620.000 euros por ciudadano. Casi el triple en Galicia. Ese millón y medio es una cifra que no se da en ninguna otra comunidad. En Madrid, donde se concentran muchas grandes fortunas españolas, en este concepto la media declarada está en los 900.000 euros; en Cataluña, en los 524.000 euros; en Andalucía no se llega a los 90.000 euros. Es posible que las relevantes fortunas que hay en Galicia -algunas entre las principales del planeta, según Forbes, como Amancio Ortega o su hija Sandra, o Manuel Jove- distorsionen esos números.

Conviene recordar, en todo caso, que el impuesto de patrimonio -en el que están incluidas las obras de arte- desapareció entre el 2008 y el 2010. Y cuando se retomó se cambió la base, dejando a una buena parte de los declarantes anteriores exentos ahora de pasar por este tributo. Cuando se recuperó, en el 2011, fueron 18 los gallegos que presentaron patrimonio en obras de arte, por 34 millones, a 1,9 de media. Es decir, en dos años, entre el 2011 y el 2013, subió el importe total (hasta los 44,4) y el número de cotizantes (de 18 a 29).

En contraste, la liquidación del impuesto de patrimonio de los últimos años en Galicia recoge un descenso en los importes por joyas, coches y pieles: de suponer 121 millones a solo 39.

No hay una explicación única para ese fenómeno en Galicia, más allá de que el arte y las antigüedades son un claro valor refugio en tiempos inestables, sobre todo cuando se detectaba que la inversión en el ladrillo podría naufragar. En todo caso, como recuerda José María Mollinedo, responsable del sindicato de técnicos de Hacienda Gestha, son todos los que están, pero no están todos los que son. «Es posible que estén declaradas las obras que son patrimonio, que están catalogadas, pero habrá otras muchas que no. Se puede seguir el rastro de los bienes suntuarios en los vehículos, por los datos de matriculación de Tráfico, pero ¿cómo sigues la venta de joyas o de obras de arte?», dice este experto.

La segunda región por patrimonio declarado: 4,1 millones por cotizante

Los datos del impuesto de patrimonio en España permiten establecer un ránking por comunidades del que Galicia sale en cabeza. Está al frente en total de bienes -muebles e inmuebles, rentas, acciones- por declarante, con una media de 4,1 millones por cotizante. Solo Madrid, donde están las grandes corporaciones del Ibex, y muchos de sus presidentes, tiene una cifra mayor: 8 millones por contribuyente. En total, en este territorio del noroeste se declaró en el 2013 un patrimonio total de 31.227 millones de euros. La cifra es inferior a la de antes de la crisis, sí. En el 2007 se declararon más de 37.000 millones en la comunidad. Pero el número de declarantes de ese impuesto era de 53.000 gallegos, mientras que en el 2013 (por ese cambio en las bases de cotización en el 2011) esa cifra era sensiblemente inferior: 7.400 ciudadanos.

Si se toman los datos homogéneos, comparando entonces lo sucedido en el 2011 y el 2013, las cifras son netamente positivas, porque sobre un total de declarantes similar (7.000) el importe era bastante inferior: 25.000 millones. Es decir, que pese al rescate financiero, pese a la profunda borrasca económica, pese a las pérdidas en muchas empresas... a las rentas más elevadas no les han ido mal las cosas en Galicia.

La estadística también revela que en el último año completo, estos gallegos -siempre los que tienen que hacer la declaración del impuesto de patrimonio- dijeron tener 3.100 millones de euros en propiedades inmobiliarias y otros 15.000 millones en acciones en sicav, fondos de inversión y bolsa.