¿Qué se puede hacer con la leche en vez de tirarla?

Xoán Ramón Alvite Alvite
x. r. alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La normativa estatal impiden claramente que pueda repartirse leche cruda entre la ciudadanía o donarla directamente a entidades benéficas

15 sep 2015 . Actualizado a las 14:10 h.

Ver cómo se tiran miles de litros leche no resulta del agrado de nadie. Y menos de los ganaderos, que ven cómo su esfuerzo diario queda sin recompensa. Pese a ello, y al deseo mostrado en numerosas ocasiones por el colectivo de regalar la materia prima antes que tirarla, pocas más alternativa les quedan, una vez agotada la capacidad de almacenamiento que tienen en sus granjas.

La normativa estatal y distintos reglamentos comunitarios relativos a la seguridad alimentaria, la higiene de los alimentos de origen animal y la producción y comercialización de productos alimenticios impiden claramente que pueda repartirse leche cruda entre la ciudadanía o donarla directamente a entidades benéficas. Al menos, sin aplicar al producto algún tipo de tratamiento térmico -pasteurización o esterilización- que permita eliminar los gérmenes que pueda contener.

Transporte adecuado

Incluso la salida del producto de las granjas debe realizarse en transportes adaptados para ello con el fin de garantizar la salubridad de la materia prima hasta los centros de transformación.

Prácticamente ninguna explotación tiene capacidad para tratar el producto en grandes cantidades o para trasladarlo en condiciones óptimas. Esta circunstancia ha impedido que instituciones como la Cocina Económica hayan podido aceptar el ofrecimiento realizado por distintas organizaciones de productores y ganaderos a título particular para abastecerlos de toda la leche que necesiten.

La solución pasa, pues, por que sean los propios consumidores los que acudan a las granjas a recoger toda la leche que necesiten. No existe ninguna norma que impida regalarla en la explotación y que posteriormente el consumidor simplemente la hierva para garantizar su total salubridad. De hecho, durante los últimos días han proliferado los anuncios realizados por los ganaderos a través de distintos medios -mayoritariamente las redes sociales- ofreciendo leche gratuita para quien se acerque hasta sus granjas a recogerla. Incluso muchos se han animado a elaborar quesos u otros derivados lácteos y posteriormente repartirlos entre el vecindario.

Tal y como recuerdan desde la Administración autonómica, la leche cruda que no esté almacenada cumpliendo unas determinadas condiciones -la principal es conservarla a una temperatura de unos cuatro grados- puede considerarse un residuo a la hora de deshacerse de ella. En este sentido, no puede arrojarse en cualquier lugar, por lo que su destrucción debe ser realizada por un gestor autorizado.

Es por esto que la mayoría de productores optan directamente por tirarla a sus pozos de purín y posteriormente esparcirla por sus fincas ya sin la posibilidad de dañar el entorno.