El bloqueo a la industria y el preacuerdo lácteo dividen a los ganaderos gallegos

Redacción LA VOZ

ECONOMÍA

monica ferreiros

Los productores lograron cerrar en unas horas todas las factorías de la comunidad

13 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Objetivo cumplido, sí, pero consecuencias inesperadas, también. La intención de los ganaderos gallegos de bloquear toda la industria láctea de la comunidad por tiempo indefinido se cumplió ayer con creces, pero en cambio la jornada acabó con una importante división interna.

Por partes. Organizados de manera aparentemente anárquica la tarde del viernes para cerrar una veintena de empresas -desde grandes industrias y distribuidoras hasta pequeñas queserías-, ese objetivo se cumplió en cuestión de horas. Las comunicaciones vía WhatsApp fueron muy efectivas. Se empezó por las instalaciones de Nestlé en Pontecesures. Después de esa factoría en el norte de Pontevedra llegaron las del interior de Lugo y de A Coruña. Inédito, y sin apenas incidentes: solo algunas cisternas vaciadas en Silleda y Lugo. Eso sí, también hubo ganaderos que, al no recogerse el producto, tuvieron que tirarlo. Solo en Mazaricos, 60.000 litros.

Con las empresas marcadas, llegó el turno de la distribución. Se cerró el centro logístico de Vegalsa en Oroso, que afecta a doscientos establecimientos de alimentación de toda Galicia a los que se distribuye desde allí. Son Familia, Cash Récord (distribuidores a hostelería) y Eroski. Precisamente uno de estos últimos, en el centro comercial As Termas de Lugo, sufrió la visita de un piquete, que exigió retirar toda la leche que se estaba vendiendo por debajo de 70 céntimos. El centro cerró unas horas, hasta que desaparecieron esos bricks.

El que respira es el centro de Dia en Santiago. El cerco de los ganaderos desde el lunes se ha levantado ya definitivamente.

La acción coordinada de los ganaderos deja a casi toda las industria transformadora afectada, unas 16 instalaciones contabilizadas ayer por la noche. De Leche Río a Larsa, Nestlé, Reny Picot, Celta, Puleva, Feiraco, Lactalis... Sean de capital foráneo o gallego, de raíz empresarial o cooperativa. No se ha calculado aún el impacto económico de ese cierre que movilizó a cientos de tractores y que seguirá por tiempo indefinido, aunque ayer ya hubo que levantar algunos de esos bloqueos, como las dos plantas de Leche Río en O Ceao (Lugo), ante los avisos de la policía.

El éxito, sin embargo, no puede ocultar la fuerte división a la que se enfrentan los ganaderos. Ya se habían detectado diferencias entre las tractoradas de Santiago -liderada por los sindicatos- y de Lugo, de la que fueron expulsados las propias organizaciones agrarias. El punto y final a esta última movilización, precisamente por discrepancias en la acción contra las industrias, ahondó ayer en esa fractura. Porque al salir de Lugo tras la asamblea unos tractores se fueron a sus casas; otros, a boicotear a las lácteas.

A las diferencias en Lugo se suma ahora las de la Plataforma en Defensa do Sector Lácteo, creada a inicios de verano, con la participación de todos los sindicatos y organizaciones de productores, la que organizó la tractorada en Santiago. Ayer dos de sus integrantes se desmarcaron con rotundidad de la huelga de entregas. El primero en hacerlo fue el sindicato Asaja, cercano al PP. «Aceptamos e defendemos a postura dos gandeiros que decidan comezar cunha folga de entregas, pero non podemos aceptar que uns poucos intenten impor as súas ideas á maioría», apuntaban. «Foron moitos os profesionais do sector que se puxeron en contacto con nós alarmados ante a imposibilidade de poder vender o leite», denunciaban.

El segundo desmarque fue el de Agaca, la asociación de cooperativas agrarias, que tiene entre sus socios a Feiraco, uno de los afectados por los cierres. La organización se va de la plataforma porque no comparte esa huelga de entregas. En un comunicado, avisaba ya de esta fractura ante los métodos utilizados.

Y de fondo está la hipotética solución para el sector: el preacuerdo presentado el jueves en Madrid. Solo contenta a Asaja. Agaca cree que es un buen comienzo, mejorable, y pide a la industria «xestos que melloren a situación dos gandeiros». Es una petición que comparte Unións, y, con algunos matices, el Sindicato Labrego. Esta semana se volverán a ver en el ministerio para avanzar en ese preacuerdo.

Con información de D. Cela, B. Abelairas, E. Mouzo, M. Mosteiro, A. F. Cuba, J. Benito, S. González, X. R. Alvite y R. Santamarta

Contra el cierre a la industir

Asaja. El sindicato afín al PP instó a permitir que los ganaderos que quieran puedan entregar leche.

Agaca. La asociación de cooperativas, que participaba con los sindicatos en la tractorada, no comparte la «radicalización».

Ganaderos de Lugo. Los liderados por Roberto López no secundaron el bloqueo.

A favor

Unións agrarias. Cercano al PSOE. Ve avances en el texto presentado en Madrid, pero pide garantías claras.

Sindicato labrego. Próximo al BNG. Su líder dijo ayer que apoya una movilización «sen causar daños».

Fruga. Escisión del anterior. El más crítico con el preacuerdo presentado en Madrid.