La economía gallega creció un 0,6 % en el segundo trimestre y un 1,8 % anual, su mejor evolución desde el 2008

Europa Press

ECONOMÍA

El PIB español acelera su avance trimestral al 1% y su tasa interanual al 3,1% por mayor consumo e inversión
 

28 ago 2015 . Actualizado a las 00:17 h.

La economía gallega vuelve a crecer a niveles previos a la crisis. Así lo certificaron ayer los datos de la contabilidad nacional trimestral, hechos públicos por el Instituto Galego de Estadística (IGE), que recogen que el PIB avanzó un 0,6 % en el segundo trimestre del año y un 1,8 % interanual, lo que supone el mejor registro desde el tercer trimestre del 2008, según la misma fuente.

Pero el brillo del dato, que la Xunta subraya destacando la «aceleración del crecimiento» en los últimos trimestres, palidece cuando se compara con la evolución del conjunto del país, cuya economía creció a tasas notablemente más elevadas: un 1 % trimestral y un 3,1 % interanual. Es decir, prácticamente el doble en ambos casos.

La fortaleza de la demanda interna, que junto con las exportaciones es el músculo de este crecimiento, es mayor en España que en la comunidad y, básicamente, explica la divergencia que ambas economías están teniendo en la salida de la crisis. Y es que la demanda interna en Galicia contribuyó en un 2,3?% al incremento del PIB interanual, mientras que fue un punto superior para el conjunto de la economía nacional.

En cualquier caso, el consumo de los hogares gallegos registró de nuevo una evolución positiva, al mantenerse en tasas superiores al 2 % -un año antes decrecía-, que se suman al 7,2 % que creció la inversión y al avance del 4 % registrado por las exportaciones, superando el frenazo del primer trimestre del año.

Los datos del INE reflejan un mayor dinamismo del PIB de España, en el que el gasto en consumo final de los hogares se situó en el 3,5 % (casi un punto y medio más que el gallego) y las exportaciones de bienes y servicios creciendo el 6 %. El crecimiento de la inversión, sin embargo, fue inferior a la de la comunidad, con el 6,1 %, y también diverge el gasto en consumo de las administraciones públicas (susceptible de una lectura en clave electoral), que en Galicia cayó al 0,9 y que en España se elevó al 1 %.

Mejora en el empleo

Todos los sectores de la economía gallega crecieron entre abril y junio, especialmente el sector industrial, que recuperó tasas positivas (el 2,2 %) tras varios trimestres en rojo. Asimismo, la recuperación progresiva del mercado laboral se tradujo en una subida del 1,2 % en los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, situándose en 977.630 y encadenando cuatro trimestres consecutivos en positivo. En España el repunte fue del 2,9 %.

Frente a las críticas, el Gobierno dice que el crecimiento seguirá

«Se confirma que España crece a tasas que no se registraban desde hace siete años y medio», resumió ayer el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, asegurando que el repunte del PIB continuará con intensidad el próximo trimestre, pese a las turbulencias de China.

Sin embargo, el optimismo del Ejecutivo se topó de bruces con las críticas que de los recién conocidos datos de la contabilidad nacional trimestral hicieron el principal grupo de la oposición y los sindicatos. Desde el PSOE, el portavoz de Hacienda en el Congreso, Pedro Saura, insistió en que el aumento del PIB no se asentaba en «bases sólidas» sino en factores externos, como el precio del petróleo o los estímulos del BCE, por lo que reclamó al Gobierno que «reoriente» su política económica.

Tal planteamiento lo comparten las organizaciones sindicales. En un comunicado, UGT expuso sus dudas sobre la consolidación del crecimiento -que obedece a factores externos- y aseguró que la ciudadanía no estaba percibiendo el incremento del PIB porque este no se traslada a su bienestar, habida cuenta de la precarización laboral y los bajos salarios. Comisiones Obreras de Galicia, por su parte, se refirió específicamente a la comunidad y atribuyó a «los continuos recortes de la Xunta» que la economía gallega creciese en el segundo trimestre poco menos de la mitad que la española, y reclamó el fin de las políticas de austeridad.

Por la parte empresarial, CEOE o la Federación de Autónomos (ATA), sin embargo, hicieron lecturas positivas.