Terremoto en la patronal: jaque mate a Alvariño

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Santi M. Amil

A Coruña respalda la revocación del actual presidente, pero el núcleo opositor discrepa sobre cuáles son los pasos a dar

04 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El núcleo opositor a José Manuel Fernández Alvariño, actual presidente de la patronal gallega, coincide en la necesidad de revocar el mandato del empresario vigués, que ni siquiera ha cumplido dos años en el cargo. Para ello había preparado un documento que iba a e entrega ayer en la sede de la CEG: una solicitud de asamblea extraordinaria para el próximo 20 de julio que lleva como punto del orden del día una moción de censura, una figura que no recogen los estatutos de la CEG.

En esa estrategia estaban las sectoriales, que tienen el 45 % de los vocales; una parte considerable de Pontevedra; una menor de Ourense y A Coruña, liderada por el empresario Antonio Fontenla. Sin embargo, en las últimas horas han surgido algunas discrepancias sobre cuáles son los pasos a dar. Y ello ha tenido que ver, en parte, con la postura de la asociación provincial de Lugo: sus empresarios son partidarios de forzar la salida de Alvariño, pero también de poner ya encima de la mesa el nombre del que sería su sucesor. Los lucenses apuestan por el ourensano José Manuel Pérez Canal, presidente de Aceites Abril. Pero los empresarios de A Coruña, de Pontevedra y los representantes de las sectoriales discrepan de que sea este el momento de dar ese paso.

Esto es lo que explica, en gran parte, que ayer no se presentara definitivamente la solicitud de asamblea extraordinaria para el 20 de julio, en cuyo orden del día iría la revocación del mandato de Alvariño.

Más allá de las discrepancia sobre los tiempos y los pasos a dar que surgen en el núcleo opositor, lo cierto es que el empresario vigués tiene ante sí un horizonte nada alentador. Sin apoyos para sacar adelante las cuentas, con el grueso del peso provincial y todas las sectoriales en contra, el actual presidente de la patronal gallega tiene jaque mate en el tablero de ajedrez. Y todo hace presagiar que la próxima asamblea servirá para hacer una enmienda a la totalidad a los dos años que lleva de mandato.

El pasado verano, por vez primera en la historia de la institución, el máximo órgano de la entidad tumbaba unas cuentas que, todavía hoy siguen sin aprobarse. Y volverá a ocurrir los mismo con el presupuesto de este año. Mientras Alvariño se afana en vincular los graves problemas internos a un debate de ajuste presupuestario, de mayor o menor austeridad, sus detractores le reprochan el haber utilizado la CEG para su beneficio personal por haber contratado el chófer y el seguro de la patronal con su grupo de empresas. Y por haber incluido en los presupuestos de este año una partida de 70.000 euros para Garrigues, que es precisamente el bufete que presta servicio en su hólding empresarial.

Los empresarios de Lugo quieren que se plantee ya quién será el sucesor