El sector crítico con Alvariño urde una moción de censura

m. b. santiago / la voz

ECONOMÍA

Dos años después de lograr la presidencia de la CEG, el vigués José Manuel Fernández Alvariño se enfrenta ahora a su momento más delicado al frente del timón de la patronal gallega

03 jul 2015 . Actualizado a las 08:33 h.

Dos años después de lograr la presidencia de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), el vigués José Manuel Fernández Alvariño se enfrenta ahora a su momento más delicado al frente del timón de la patronal gallega. Con menos apoyos internos y sin poder sacar adelante las cuentas -por segundo año consecutivo-, Alvariño tendrá que lidiar ahora con un nuevo órdago de sus opositores.

Parte del sector crítico ultimaba ayer una propuesta para solicitar la celebración de una asamblea general extraordinaria el día 20. En el orden del día estaría el debate, la propuesta y la aprobación de una moción de censura y una revocación del mandato de Alvariño. Los estatutos amparan a los críticos para convocar una asamblea, cosa que no ha hecho todavía el presidente ante el temor a que le tumben las cuentas como el pasado año, pero el marco regulatorio de la patronal gallega no recoge la figura de una moción de censura. Estaríamos ante una estrategia del sector crítico para forzar el adiós del empresario vigués como presidente de la CEG, una hipótesis a corto plazo poco probable. Los promotores de la propuesta de una asamblea general extraordinaria para revocar el mandato de Alvariño tienen intención de registrar la iniciativa hoy mismo.

Apoyo de algunas sectoriales

El plan estaría avalado por unas cien firmas y por algunas sectoriales, como la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) y la organización de Lugo. Sin embargo, los empresarios de A Coruña, liderados por el expresidente de la CEG, Antonio Fontenla, no han cerrado todavía una decisión sobre una propuesta que fija para el día 20 una moción de censura encubierta. Y su concurso es clave para que prospere la iniciativa por el peso que tiene la provincial coruñesa.

Ante la dificultad para sacar adelante las cuentas, la estrategia de Alvariño a lo largo de las últimas semanas ha sido la de ganar tiempo. El debate sobre los presupuestos se ha aplazado de forma indefinida en la CEG. Y la comisión de economía, el organismo que el propio Alvariño creó para garantizar la pluralidad territorial en el reparto de recursos, no tiene fecha para una nueva reunión. Esto tiene bloqueada la convocatoria de una asamblea por parte de la dirección, de ahí el movimiento de una parte del sector crítico. Mientras Alvariño atribuye la dilación a problemas de ajuste, los opositores le acusan de utilizar la CEG en beneficio personal por haber adjudicado a sus empresas el servicio de chófer, la póliza de la patronal y por haber presupuestado 70.000 euros de la CEG para Garrigues, que es el despacho que da servicio jurídico a su holding.