La compañia pierde su sede gallega y ecentralizará en Madrid su salto al mercado americano
30 jun 2015 . Actualizado a las 23:40 h.Zeltia ha acabado diluida en la fórmula química del éxito que patentó hace casi 30 años, cuando creó su filial Pharmamar. La división oncológica, especializada en la elaboración de fármacos con moléculas extraídas del fondo del mar, nació como una inversión de riesgo con más ilusión que pretensiones. Pero su potencial es tan grande que, con un único medicamento en el mercado, el antitumoral Yondelis, se ha puesto a la cabeza del grupo aportando el 90 % del valor de la compañía y marcando el camino a seguir, que no es otro que el del mercado oncológico.
El pez pequeño se ha comido al grande, con el beneplácito de la junta general de accionistas de Zeltia, que ayer en Vigo aprobó la fusión de la matriz con la filial oncológica. A partir de ahora, Pharmamar se pone a la cabeza del grupo, que tendrá su sede social en Colmenar Viejo, cerca de Madrid (en donde están las instalaciones de la hasta ahora filial). De ella pasarán a depender las divisiones químicas Xylazel y Zelnova, que están en O Porriño (Pontevedra), según explicó el presidente de la compañía, José María Fernández Sousa, que confirmó la pérdida de la sede gallega de la compañía, que actualmente está en la viguesa calle del Príncipe, aunque se comprometió a seguir convocando anualmente a sus accionistas en esta ciudad.
La fusión estará concluida a finales de octubre, sin perjuicio para sus accionistas. «Dejará de cotizar como Zeltia un viernes y comenzará a cotizar como Pharmamar al lunes siguiente», explicó el presidente de Zeltia, que lo será también de la compañía ya fusionada.
Toca americanizarse
El nuevo organigrama del grupo Pharmamar significa el vuelco definitivo de la compañía química hacia la especialización oncológica, alentado por los buenos resultados de Yondelis, el primer y único fármaco de Pharmamar contra el cáncer en el mercado, que ya se vende en 80 países, y que a finales de este año saldrá a la venta en EE. UU. y Japón. Será un salto cualitativo importante para la empresa, que pasará de vender en el 30 % del mercado oncológico mundial a llegar hasta el 90 %, es decir, triplicará sus ventas y alcanzará los 300 millones en el 2016.
El siguiente paso será la americanización de la compañía, comenzando por la salida a bolsa en EE. UU., algo que Fernández Sousa sitúa a mediados del 2016. El objetivo es captar inversión, algo que no parece difícil ya que Pharmamar gusta a los americanos, por tres motivos: «por sus planes de salida a bolsa, por su inminente entrada en el mercado de la mano del socio americano Jansen, y por nuevos y prometedores fármacos que están en desarrollo», aseguró Fernández de Sousa.
El producto más prometedor es el denominado PM01183, que podría salir al mercado en el plazo de 3 a 5 años, bastante antes de lo previsto, para el tratamiento de cáncer de pulmón de células pequeñas. Podría ser blockbuster (fármaco que supera los 1.000 millones al año) en ventas en el 2023, según las previsiones de la compañía.
En definitiva, y después de años difíciles, la compañía vive una especie de euforia respaldada por una cascada de buenas noticias y resultados favorables. Lleva tres años subiendo. Sus ventas netas han pasado de 138,2 millones de euros en el 2012 a 149,7 millones en el 2014 y creciendo. Los ingresos totales (que incluyen ventas y adelantos y royalties de socios), subieron de 161,7 a 178,1 millones.
La única mala noticia es la pérdida de su identidad gallega, algo que la compañía quiere paliar conservado la runa celta del logotipo de Zeltia en la imagen corporativa de Pharmamar.