La banca elevó un 10 % el crédito al sector público antes de las elecciones

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El volumen prestado a particulares, en cambio, sigue cayendo pese a las nuevas operaciones; y en Galicia declina en ambos sectores, privado y público

19 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta cuatro citas con las urnas hay previstas este 2015. Dos ya celebradas (elecciones en Andalucía y municipales y autonómicas). Dos programadas (catalanas y generales). Y la necesidad de afrontar nuevos retos en plena campaña explica el fenómeno que se ha producido en los últimos doce meses -de marzo del 2014 a marzo del 2015- en el crédito a particulares (familias y empresas, principalmente) y Administraciones públicas. El primero sigue cayendo; el segundo, aumentando. Y en muchas comunidades, a cifras de dos dígitos, según corroboran los últimos datos del Banco de España, publicados ayer.

Según la estadística regional, el aumento del dinero dispuesto a Administraciones públicas -comunidades y ayuntamientos, principalmente- se incrementó casi un 10 % en los últimos doce meses. Ese repunte es generalizado en todos los territorios, con escasas excepciones: Cantabria, Navarra, Valencia (comunidad esta muy endeudada), y Galicia. El caso gallego sería más explicable porque no hay este 2015 elecciones autonómicas, pero sí ha tenido su cita con las municipales. El caso es el que dinero prestado a entidades públicas ha retrocedido aquí algo más de un 6 %.

Coinciden en el sector financiero en que en los últimos meses ha habido una mayor necesidad de financiación de ayuntamientos, comunidades, diputaciones... Pero matizan, en todo caso, que la financiación a las Administraciones públicas sigue siendo en España un negocio menor para la banca. «Por cada euro prestado ahí se conceden 10 a la economía real», explican en un banco.

Movimientos divergentes

Los datos, efectivamente, revelan esa tesis: al cierre del primer trimestre, el balance de dinero prestado al sector público está en los 94.630 millones de euros; el de los fondos prestados a particulares supera de largo el billón de euros: 1.324.910 millones. Sin embargo, las curvas que dibujan ambas partidas es bien distinta: una, la del negocio público, sigue un ritmo ascendente desde el 2013. En cambio, la gráfica del sector privado mantiene su cuesta abajo. En los últimos doce meses ese ajuste ha llegado al 5 %, algo más atenuado que en comparativas anteriores.

Esto, sin embargo, no debe empañar una realidad que se cuenta en las sucursales: las nuevas operaciones de crédito están repuntando desde diciembre, sobre todo en la concesión de préstamos para pymes (el nuevo gran nicho de la banca) y compra de vivienda. Sin embargo, se partía de un nivel tan elevado de endeudamiento privado (1,8 billones de euros, el 180 % del PIB), que el ciclo de recorte parece no haber tocado suelo todavía. «Hay -explican las mismas fuentes- un fuerte desapalancamiento de las familias, cancelando hipotecas de los años de los años previos al estallido de la burbuja». Y el ritmo de cancelación es mayor que el de nuevas concesiones. Un dato refrenda esta tesis: la morosidad hipotecaria se está reduciendo: ha bajado en un año del 6,2 al 5,8 %. Y la agencia Standard & Poor?s cree que este año se cerrará con una caída del 0,5 %, para repuntar en el 2016.

Galicia es una de las pocas comunidades en las que se está dando el fenómeno doble: se reduce en un año el volumen de dinero prestado tanto al sector público (un 6,3?%) como al privado (otro 7 %). También son negativos los datos intertrimestrales, y esto tiene relevancia porque a finales del 2014 se produjo en la comunidad el primer avance en 5 años en inversión para particulares.

Y menos ahorro

Visto lo sucedido en el arranque del 2015, se constata que la subida del crédito fue algo puntual.

Y a esto se suma otro movimiento. En el primer trimestre ha sucedido un fenómeno infrecuente en Galicia: menos dinero ahorrado. Al cierre del 2014 se anotó Galicia un récord de 55.300 millones entre cuentas a la vista, de ahorro, a plazo... Tres meses después el dato ha bajado hasta los 54.600 millones.