Alcoa mira con lupa el rendimiento de sus plantas

F. F., M. G. B. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ÓSCAR PARÍS

Condiciona su futuro al precio de la energía que consiga en una nueva subasta

29 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A finales de año se vieron con el agua al cuello, pero salieron a flote. Y ahora vuelven a verle las orejas al lobo. La presidenta de Alcoa en España, la gallega Rosa García Piñeiro, estuvo ayer con los comités de empresa de Avilés y San Cibrao (Lugo) y hoy se reunirá con el de A Coruña. Son los tres lugares que acogen fábricas del grupo. Viajó a petición de los sindicatos para explicarles los planes de la compañía. Y no están nada claros. José Manuel Gómez de la Uz, del comité de Avilés, explicó que la presidenta había condicionado el futuro de las plantas al precio de la energía que el grupo logre conseguir en una nueva subasta que adjudicará megavatios subvencionados. Si logra los suficientes para que su factura eléctrica se mantenga en precios bajos, las plantas estarán salvadas. Si no, no. En diciembre pasado, la empresa ya anunció el despido de todos los trabajadores de Avilés y A Coruña porque a punto estuvo de quedarse sin energía bonificada para esas fábricas. Finalmente, la sangre no llegó al río y logró los incentivos.

Ahora vuelve la incertidumbre. De la Uz explicó que Rosa García les había asegurado que las fábricas ni estaban en venta ni se iban a cerrar. Al menos, de momento. Eso sí, les reconoció que el grupo estaba mirando con lupa la rentabilidad de cada una de sus plantas.

La multinacional del aluminio continúa con sus planes, iniciados ya el pasado año, de ajustar en su división de producción básica, y recortar producción tanto en alúmina como en aluminio. Alcoa está realizando un análisis de todas sus fábricas para saber dónde rebajar 500.000 toneladas de su capacidad de fundición y 2.8 millones de toneladas en la de refinación. Desde el comité de San Cibrao explicaron que no hay noticias sobre el impacto que el anuncio puede tener sobre las tres fábricas que Alcoa tiene en España. «En principio en San Cibrao os resultados son bos, pero o impacto gordo é o da tarifa eléctrica, e ahí entramos todos no bombo».

La compañía aboga porque la subasta «se produzca cuanto antes mejor» para planificar estrategias comerciales.

¿Qué es la interrumpibilidad?

La subasta que actúa como una espada de Damocles sobre la cabeza de los algo más de 2.000 trabajadores de las plantas de Alcoa en San Cibrao, A Coruña y Avilés adjudicará incentivos por prestar el servicio de interrumpibilidad. Este palabro define la disposición de las industrias intensivas que devoran energía a reducir consumo. A cambio reciben descuentos importantes en su factura eléctrica. Alcoa consiguió el año pasado 140 millones, suficientes para garantizar la rentabilidad de sus tres plantas, aunque Avilés y A Coruña no están al 100 % de su capacidad. Este verano habrá otra puja.