Los trabajadores temen que se lance una opa ante el desmantelamiento de la planta

madrid / efe

ECONOMÍA

17 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los trabajadores no dan crédito. Tras el anuncio de que Adolfo Domínguez despedirá a 144 empleados de la planta ourensana y trasladará a una veintena de la línea U a Madrid, han comenzado a hacer conjeturas. Algunos temen que se produzca una opa (oferta pública de adquisición) tras el desmantelamiento de la planta ourensana. No se explican que una empresa que tiene su origen en la provincia vaya a dejar bajo mínimos la plantilla que se reparte por diferentes departamentos en el polígono empresarial de San Cibrao.

No es la primera vez que el empresario textil Adolfo Domínguez se ve involucrado en un conflicto de estas características. En el año 2001 hizo fracasar la opa de Cortefiel con la ayuda de todos sus socios. El modisto ourensano consiguió asegurarse finalmente el apoyo del 50,137 % de las acciones. Cortefiel había ofrecido 13.044 millones de pesetas (78,3 millones de euros) por hacerse con el 100 % de la firma ourensana. El grupo textil madrileño anunció la retirada de su opa un mes después de haberla lanzado.

Este periódico intentó, sin éxito, conocer la versión del modisto sobre la situación que atraviesa la compañía textil.

Llamamiento de la plantilla

Los trabajadores han hecho un llamamiento a los socios mayoritarios de Adolfo Domínguez para que cambien el rumbo, al considerar que la historia de la compañía siempre ha estado ligada a la provincia de Ourense y que así debe seguir.

Los miembros de la plantilla recuerdan que en solo tres años se ha destruido el 60 % del empleo. Antes de que comenzaran los recortes en San Cibrao, la firma contaba con alrededor de 700 trabajadores y con el nuevo ERE la cifra se reduciría a 290.