La subida salarial pactada levanta ampollas en el seno de la patronal y del Gobierno

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

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Aunque la directiva de los empresarios ratificó ayer el acuerdo, Rosell admitió disensiones, y Cepyme negociará alzas menores

14 may 2015 . Actualizado a las 22:56 h.

«No estamos obligando, estamos recomendando». Así defendió el presidente de la gran patronal, Juan Rosell, el preacuerdo de subida salarial recién alcanzado con los sindicatos dentro del nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2015-2017. Porque el incremento retributivo para los convenios de hasta el 1 % este año y de hasta el 1,5 % el próximo no ha sido acogido con el mismo entusiasmo por toda la patronal. Ni tampoco por el Ejecutivo, donde la voz más crítica fue la de Álvaro Nadal, director de la oficina económica de Presidencia del Gobierno, que alertó abiertamente de la pérdida de competitividad si volvía a usarse la inflación como referencia en la revisión salarial.

Pero, pese a las discrepancias, la junta directiva de la CEOE ratificó ayer por unanimidad un documento que Rosell defendió en aras del «sosiego, la tranquilidad y la cohesión social» que el país necesita. «Nuestra junta directiva es absolutamente abierta y, como en otros temas, no estamos todos de acuerdo, pero muy mayoritariamente sí», insistió el presidente, restando importancia a la disensión sobre el acuerdo salarial alcanzado. En idéntico sentido se pronunció el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, que subrayó que «ninguna organización en la junta ha votado en contra», sin concretar más.

Pero a renglón seguido, y pese a defender lo negociado con los sindicatos, se alineó con la tesis de la moderación salarial, asegurando que el 60 % de las empresas -en su mayoría pequeñas y medianas, que son el 98 % del tejido empresarial del país y las que él representa- continúan en pérdidas, por lo que en la negociación de los convenios irán «al 0,5 %, el 0,4 % o el 0,3 %», es decir, por debajo de la «recomendación» pactada.

Otro de los asuntos espinosos es la cláusula de garantía salarial que asegura que los trabajadores no perderán poder adquisitivo si el IPC sube más del 2,5 %. Ambos aseguraron que no se había pactado cláusula alguna, además de negar también que la ultraactividad de los convenios estuviera en la cartera. «Ni CEOE ni Cepyme vamos a firmar ninguna cláusula, es una recomendación, aunque lo quieran llamar cláusula. No lo es porque no lo pone», sentenció Garamendi.

Igualmente negaron haber recibido «presiones» políticas sobre el acuerdo. «El Gobierno que opine lo que quiera, tanto si le gusta como si no. Los agentes sociales somos mayorcitos para hacer lo que creamos conveniente y es nuestra responsabilidad la negociación colectiva. Solo faltaría que nos dijeran si tenemos que subir o no los salarios. ¡Hasta aquí podíamos llegar!», zanjó, con tono duro, Rosell.