La entidad releva a su consejero delegado y pone al frente a Carlos Torres, de origen gallego, responsable del negocio digital, ahora prioridad máxima del segundo grupo bancario de España
05 may 2015 . Actualizado a las 22:18 h.Dicen en el sector que el presidente del BBVA, el chantadino Francisco González, es «un hombre impredecible». Y ayer dio un golpe de timón por sorpresa que se llevó por delante a quien era su mano derecha desde el otoño del 2009, el consejero delegado Ángel Cano. Y en este caso, para poder llevar al extremo la idea que desde hace meses proclama el gallego: el futuro de la banca tiene que ser digital, o no será. Hacia ese punto está todo enfocado en este gigante global. De ahí que el consejo del banco decidiera relevar a Cano y poner en su lugar a quien estaba pilotando esa transición a entornos mucho más tecnificados: Carlos Torres Vila. Salmantino con vínculos familiares en Galicia, era el actual responsable de banca digital. Esta es ahora «la principal prioridad estratégica del grupo», como ayer anunció el banco en un comunicado.
Es posible que, pese a la sorpresa generalizada -dentro y fuera del banco- que causó el movimiento, el momento elegido haya sido el propicio: la economía está ya más estabilizada, no existen las sombras de antaño sobre el sector y el banco acaba de completar la adquisición de Catalunya Banc.
Cano sigue los pasos que en los últimos meses han supuesto el relevo de importantes colegas de la competencia como Juan María Nin en Caixabank o Javier Marín en el Santander. A lo que en aquellos casos se justificó por la necesidad de dar un giro al negocio, aquí se suma esa obsesión de la cúpula del BBVA por la banca digital, en la que tendrá menos peso al oficina, en favor de canales electrónicos. Y por algo más que González explicaba en una reciente entrevista en El País: «Nuestros competidores reales no van a ser los actuales bancos, sino las startup o los gigantes de la red como Google, y firmas como PayPal o Lending club y tantas otras que están en las fronteras del negocio bancario. No quieren meterse para evitar ser regulados pero ya se han posicionado en cada parte de la cadena: pagos, préstamos, foros?».
En su nota, el banco sostiene como uno de sus puntales «acelerar el cambio cultural del grupo hacia una organización más ágil y flexible y facilitar la incorporación y el desarrollo de talento en disciplinas clave en la transformación digital, como son el márketing digital, el diseño de la experiencia de cliente, el desarrollo de software y el big data». En el sector dicen que Cano era mucho menos proclive al abandono de los entornos físicos tradicionales (principalmente la oficina), en favor de la nube. Y de ahí esta resolución. «Ángel ha sido un gran consejero delegado durante unos años muy complejos y ahora comenzamos una nueva fase para avanzar hacia nuestro objetivo de ser el mejor banco universal de la era digital», apuntaba Francisco González.
Una nueva estructura
Alrededor de Carlos Torres Vila, el BBVA ha dispuesto una nueva estructura con áreas como nuevos negocios digitales, márketing y venta digital, soluciones globales para el cliente... En ese equipo asumen nuevas funciones altos directivos del grupo, pero también hay fichajes de otras multinacionales. No se toca ni al director financiero -sigue Jaime Sáenz de Tejada-, ni a la responsable del negocio en España -Cristina de Parias-, ni su delegado en Galicia -Juan Carlos Hidalgo-, donde es la cuarta entidad. «La transformación es nuestra responsabilidad, la de todos los que formamos parte del BBVA, ya que nos permitirá liderar la nueva industria bancaria y continuar con la historia de éxito de este gran grupo», dijo Torres en sus primeras declaraciones.
Cano se puede prejubilar con el 75 % del sueldo y 26 millones de pensión
Tras cinco años y medio como consejero delegado del segundo mayor banco de España, el futuro de Ángel Cano es el retiro dorado. Nacido en Santander hace 54 años (aunque estrechamente vinculado a Asturias), seguirá los pasos de Javier Marín, su homólogo en el Santander hasta hace unos meses. Los estatutos del BBVA contemplan para este cargo una prejubilación antes de los 55 años -que es su situación actual- percibiendo el 75 % de su sueldo, que en el 2014 fue de 2,6 millones de euros (el resto de su salario, hasta 6 millones, eran variables). Es decir, hasta su jubilación podría percibir casi 20 millones de euros (1,8 hasta los 66).
Además de ese sueldo, el directivo tiene derecho a un plan de pensiones que al cierre del 2014 acumulaba 26 millones de euros, tras una provisión de 2,6 millones el pasado ejercicio, según los informes remitidos a la CNMV.
Ángel Cano relevó en septiembre del 2009 a Juan Ignacio Goirigolzarri como consejero delegado del BBVA en otro giro sorprendente del banco. Era entonces responsable del área de recursos humanos y medios. Goirizolzarri fue repescado de su comodísima prejubilación (se había embolsado 52 millones al salir del banco) en el 2012 para presidir y reflotar Bankia tras la nacionalización, destitución de Rodrigo Rato y millonario rescate que costó.