«Los parados, esos pobrecillos que están en la calle»

La Voz

ECONOMÍA

El sustituto de Mónica de Oriol al frente del Círculo de Empresarios se estrena con polémica

27 abr 2015 . Actualizado a las 19:49 h.

«Los parados, esos pobrecillos que están en la calle, estarían encantados de tener un marco laboral más flexible». Podría ser una frase de Mónica de Oriol, pero no lo es. La pronunció este lunes su sustituto, en su primer acto oficial. El nuevo presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, se ha estrenado con polémica, algo que persiguió a su predecesora en el cargo

Vega de Seoane ha defendido con esta polémica declaración que «cuantas menos barreras hay en el mercado laboral, mejor funciona», y ha puesto el acento en el coste del despido, que, pese a la reducción que experimentó con la reforma laboral del 2012, en su opinión sigue haciendo difícil despedir y no incentiva la contratación.«Los parados, esos pobrecillos que están en la calle, estarían encantados de tener un marco laboral más flexible», ha argumentado en el Foro ABC Deloitte, durante su primer acto público tras suceder en el cargo a Mónica de Oriol, y ante la presencia de la ministra de Empleo, Fátima Báñez.

Vega de Seoane, que ha tildado de «razonable» que España crezca un 2,9% en 2015, como ha avanzado este lunes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también ha alabado la labor de Báñez, sobre todo porque, según ha puntualizado, «sigue haciendo reformas en periodo electoral». Pero en este punto ha insistido en que las reformas emprendidas son «insuficientes» si se quiere reducir unos niveles de paro que ha considerado «absolutamente insoportables». «Tenemos que movilizarnos, particularmente los empresarios, que son los que crean empleo, y la Administración facilitando esa tarea», ha añadido.

Las polémicas de su predecesora

Con esta primera intervención de Javier Vega de Seoane, el Círculo de Empresarios continúa la trayectoria de polémicas que se forjó Mónica de Oriol, la última de ellas a cuenta de las mujeres embarazadas. El pasado mes de octubre De Oriol en una mesa redonda con estas palabras: «Prefiero a una mujer después de los 45 años o antes de los 25 porque, por el medio, ¿qué hacemos con el problema?». «Esa protección de la mujer la desvincula del alineamiento con los intereses de la empresa y la desconecta del esfuerzo diario», añadió sin miramientos.

Ya en el mes de junio Mónica de Oriol sorprendía al público que se encontraba escuchando uno de sus discursos asegurando que si vas a un restaurante de playa, el camarero en cuanto se pasa de la tercera pregunta en inglés ya no sabe responder. La que pretendió ser una crítica al nivel de idiomas de España terminó generando una amplia polémica en las redes sociales, que destacaron la que se terminó convirtiendo en una frase célebre del anecdotario Español: «Los españoles nos quedamos en el 'my taylor is rich'».

Ese mismo 26 de junio y en pleno boom del la famosa «casta» del líder de Podemos, Pablo Iglesias, la presidenta del Círculo de Empresarios cargó con su particular estilo contra los sindicatos CC.OO., UGT y la patronal CEOE a los que acusó de funcionar «como casta». «Defienden lo sectorial, no la competitividad», destacó de Oriol, que de forma lapidaria afirmó que «son la herencia de los sindicatos verticales del franquismo». Aunque Oriol reconocía que «son dos tipos de sindicatos distintos» porque «unos defienden a las empresas y otros a los trabajadores», los metió en el mismo saco para remarcar que «realmente funcionan como casta».

Para entender la fijación de las redes sociales con Mónica de Oriol tenemos que remontarnos al 24 de abril del 2014; día en el que podemos decir que comenzó todo. En un desayuno informativo organizado ese día, De Oriol recordó que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, al rededor de un millón de personas, la mayoría jóvenes, que dejaron sus estudios para trabajar en la construcción quedaron sin trabajo ni cualificados, es decir, pasaron a ser los conocidos como «ni-nis» (ni estudian ni trabajan). La polémica saltó cuando De Oriol afirmó que este millón de personas «no sirven para nada» y que no se les debería pagar un salario mínimo «que no producen». «La construcción sacó a la gente del sistema educativo. Ganaban 1.000 euros o 1.500 y eran los reyes del mambo. Sus amigos en el cole sin un puñetero duro y ellos invitaban a todas las niñas», resaltó.