Escotet reorganiza su «holding» en España y sitúa como mano derecha a Francisco Botas

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

SANDRA ALONSO

 Supone que, por primera vez, en el brazo inversor del banquero de origen venezolano figura una persona del banco

18 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Carlos Escotet ha decidido reorganizar el holding a través del cual controla Abanca, la mayor entidad financiera de Galicia. El banquero de origen venezolano tiene el 88,3 % del capital del banco (es, de forma destacadísima, su máximo accionista) a través de Abanca Holding Hispania (anteriormente Banesco Holding Hispania), un grupo inversor en el que, además de Escotet, están otros estrechos colaboradores como socios, todos vinculados a Banesco, el grupo bancario de Escotet en Latinoamérica. Se trata de Salvador Eduardo Cores, Juan Carlos Alvariárez, Miguel Ángel Marcano y Luis Xavier Luján. Este último, según un movimiento inscrito esta semana en el Registro Mercantil, ha causado baja como consejero, y en su lugar ha entrado Francisco Botas. Y este ferrolano, a su vez, se ha convertido en nuevo consejero delegado del holding, mismo cargo que ocupa en la propia Abanca.

Es un movimiento relevante porque supone que, por primera vez, en el brazo inversor de Escotet -a través del cual hizo la compra de la antigua Novagalicia al FROB- figura una persona del banco. Ninguno de los consejeros anteriores estaba en el equipo de Abanca. Es una forma de estrechar más la relación entre el holding y la entidad. Botas es, desde hace un año, el hombre fuerte de Abanca, el encargado de llevar el día a día del grupo financiero.

La salida de Luján es la única que se produce en el holding, en el que sigue Escotet como presidente, Cores como vicepresidente, y ahora Botas como consejero delegado. La sede se mantiene en Madrid.

Abanca ganó 1.157 millones de euros el año pasado, y propondrá a su junta el reparto de 150 en dividendo a los accionistas. Esto supondrá que a este holding le corresponderán 132 millones por ese 88,3 % del capital del banco. Es lo que revela la importancia de ese brazo inversor. Sin embargo, salvo sorpresa, esos fondos irán directamente al FROB, para restar los 600 millones de euros que Escotet tiene pendiente de abonar por la compra de Novagalicia (tiene hasta el 2018 de plazo).