La presión fiscal sobre los sueldos en España sube el triple que en la OCDE

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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La falta de incentivos penaliza en mayor medida a los trabajadores con hijos

15 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De los 33.984 euros que, de media, le cuesta al año a una empresa española mantener a un empleado, al bolsillo del trabajador solo llegan 20.150. Cuatro de cada diez euros se quedan por el camino, en forma de impuestos y cotizaciones sociales. El cálculo lo ha realizado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en un informe publicado ayer constata que la presión fiscal sobre los asalariados españoles se incrementó en el 2014 por sexto año consecutivo.

La cuña fiscal, el término empleado para designar el mordisco asestado a los salarios para financiar el sector público, asciende ya en España al 40,7 % en el caso de un trabajador soltero sin hijos, frente al 36 % de la media del organismo que agrupa a los 34 países más desarrollados del mundo. Una brecha que se ha ensanchado progresivamente en los últimos quince años, con especial intensidad durante la última crisis económica. Desde el 2009, la presión fiscal sobre los asalariados españoles creció 2,4 puntos, casi el triple que en el conjunto de la OCDE, donde el alza fue de nueve décimas. El incremento sería mayor si se toma como referencia el año de inicio de la recesión, el 2008, aunque los datos de ese ejercicio están distorsionados por la aplicación a todos los contribuyentes del IRPF de una deducción de 400 euros que luego se fue diluyendo.

La parte del león de esa cuña fiscal corresponde a las cotizaciones sociales abonadas por la empresa, que representan un 23 % del coste laboral total por empleado, frente al 4,9 % de los pagos del trabajador a la Seguridad Social y el 12,8 % de IRPF.

El informe señala también que los menores incentivos fiscales hacen que quienes tienen hijos a cargo soporten una presión fiscal sobre sus salarios que supera en ocho puntos a la media de la OCDE (34,9 frente a 26,9 %). Si se excluyen del cómputo las cotizaciones empresariales, un trabajador español con dos hijos percibiría líquido un 84,6 % de su sueldo bruto, seis décimas menos que la media de los países analizados, mientras que un soltero cobraría el 77 %, un punto y medio más.