¿Quiere hacerle una jugada a su banco? ¡Cuidadito!

ECONOMÍA

Antes del 30 de abril, como exigen las normativas de prevención de blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo, los clientes tienen que facilitar a los bancos una fotocopia del documento nacional de identidad

21 abr 2015 . Actualizado a las 16:34 h.

Están todos (o casi todos) los bancos de este país pidiendo a sus clientes que por favor colaboren con ellos. ¿En qué? Antes del 30 de abril, como exigen las normativas de prevención de blanqueo de capitales y de financiación del terrorismo, tienen que facilitarles una fotocopia de su documento nacional de identidad (DNI). No es una norma nueva diseñada por los casos que se han destapado en los últimos meses en algún banco andorrano o en su filial española (Banco de Madrid). ¡No, no, que va! La legislación se remonta al año 2010. Por lo tanto, la banca tuvo de plazo cinco años para atender la norma, y no lo hizo. Ahora se encuentra con que entre el 5 y el 10 % de 85 millones de cuentas no están documentadas. Es decir, más de cuatro millones. ¡Una auténtica barbaridad!

Parte de ellas corresponderán a usuarios que hayan fallecido (y sus herederos no han hecho los trámites oportunos) o a despistados que se hayan olvidado que tienen una cuenta en tal o cual oficina de determinada entidad. Habrá también aquellos que se hayan hecho un lío con las fusiones de cajas y bancos y perdieron la pista a alguna de sus cuentas.

¿Se desintegrarán?: No.

¿Y qué ocurrirá con ellas? La obligación de la entidad es, en la práctica, bloquearlas. Los banqueros saben que esta medida generará un cabreo considerable entre sus clientes, pero no les queda más remedio, a pesar de que las entidades no son ni arte ni parte en este asunto.

En este contexto se constata que el Gobierno estrecha cada vez más el cerco sobre aquellos individuos que se dedican a blanquear dinero procedente de la trata de personas, del tráfico de drogas y de armas. Pero también persigue cada vez más a aquellos que cometen otros delitos de menor envergadura, aunque no por eso menos importantes. La banca es una fiel aliada (hay quien piensa que por obligación) del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al que tiene, por ejemplo, que dar información detallada de todos aquellos ingresos en efectivo que sean superiores o iguales a 3.000 euros. ¿Y si lo que ingresa el cliente en su cuenta son 2.950 euros; la entidad financiera también comunicará el ingreso a Montoro? «Seguro que sí, sobre todo si es continuado», reconocen fuentes del sector. En otros Estados de la Unión Europea, como es el caso de Francia, el límite para informar al fisco ya está en los 1.000 euros. En definitiva, el cerco al dinero negro se estrecha en todos los países. Y en España hay mucho en black (palabra ahora de moda). «Mucho», recalca una fuente que lo tiene.

La cosa no es para menos porque, sin profundizar en los grandes delitos, la economía sumergida de andar por casa puede situarse entorno al 18,6 % del PIB, un porcentaje que en valores absolutos supera los 200.000 millones de euros, con los que se podría crear un millón de empleos. La mayor parte de este dinero opaco se encuentra en las cuatro grandes: Cataluña, Madrid, Andalucía y Valencia. Si a usted ese porcentaje del 18,6 % registrado en el 2013 le parece alto, está bien que sepa que ha caído, y mucho, ya que en los años anteriores a la crisis alcanzó el 22,2 %. Esta evolución se atribuye al fuerte descenso registrado en la construcción. Pero volvamos al tema principal de esta crónica. ¿Usted cree que a los bancos lo que les preocupa son sus clientes en esto de la entrega de la documentación? Sí, yo también estoy segura de que sí. Rotundamente sí, les preocupan. Pero esta no es la única cuestión para que las instituciones financieras tengan tanto interés en solucionar el asunto del DNI. Me explico: si se saltan por el forro la normativa de blanqueo se enfrentan a unas sanciones elevadísimas y durísimas (la ley habla de 600.000 euros, inhabilitación, amonestación, entre otras). Quizá usted y otros equis millones de españoles tengan la tentación de hacerle una jugada al banco, al que puede incluso odiar porque se las hicieron pasar canutas durante todo el período 2007-2014. Sin embargo, ande con cuidadito, porque usted, en esto de la documentación, también tiene que perder. Un abono a destiempo, una cuenta en números rojos, una inversión no realizada también tiene su precio. A veces muy caro.