El naval vuelve a crear empresas tras perder el 60 % de la industria auxiliar

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

M. MORALEJO

Una treintena de pymes, la mayoría surgidas de quiebras, recomponen el sector

09 mar 2015 . Actualizado a las 16:54 h.

En el año 2008, cuando en las gradas de los astilleros no cabía ni un alfiler, Galicia contaba con un total de 287 empresas auxiliares de construcción naval.

Después de la crisis, los concursos de acreedores de Barreras y Vulcano, el expediente que anuló el tax lease y la media parálisis de Navantia, el registro de Asime, la patronal del metal, actualizado a 31 de diciembre del 2014, establece en 118 el número de pymes subcontratistas del naval que han sobrevivido.

Y en lo que va de año se han constituido en Galicia otra treintena de firmas para proveer a los astilleros gallegos. No es una suma muy elevada, pero es el comienzo de la reconstrucción de una red auxiliar que quedó destrozada, según relatan los empresarios del sector.

La mayoría de estas nuevas sociedades tienen en común que han surgido de empresas que se vieron obligadas e echar el cierre entre los años 2011 y 2013, los más duros para el sector.

«Teníamos el conocimiento y la experiencia y decidimos volver a empezar con los clientes que aún conservábamos», afirma Francisco Javier Álvarez, socio de Irisnor, son sede en Vigo. Su empresa cubrió el hueco que dejó el grupo Cedeira, afectado directamente por la quiebra de Factoría Naval de Marín (recientemente adjudicado a Nodosa). Irisnor tiene ahora en cartera la reparación de un atunero, pero Francisco Javier Álvarez reconoce que se han generado expectativas dentro del naval que no se están cumpliendo. «La reparación eléctrica nos va salvando, pero el sector todavía está muy parado», asegura.

Maritime Steel es otra recién llegada con experiencia en esta actividad. Nació en Moaña en febrero del 2014 de la mano de empresarios que llevan toda la vida en el negocio. Apostaron por el naval porque tenían los contactos hechos y mucho oficio. Los anuncios de nuevos contratos, como los de Pemex, también ayudaron. De haber sabido que esos proyectos se retrasarían tanto, tal vez el rumbo hubiera sido otro. «Seguramente nos lo pensaríamos con más calma y nos enfocaríamos hacia otros sectores como la calderería. Lo que está claro es que hay que diversificar y prestar servicios fuera», afirman fuentes de Maritime Steel. La empresa actualmente trabaja en contratos en Canarias, el País Vasco y Santander. «Estamos más volcados fuera de Galicia. No acabamos de entender por qué ellos están contratando con tax lease y aquí no es posible», dice esta fuente de la compañía.

Volver a empezar

¿Es buen momento para crear empresas del naval? «Debemos apostar por recuperar tejido de industrias complementarias, pero, antes que eso, nuestros astilleros y empresas de primer nivel deben incrementar la carga de trabajo. Es posible, pero , sin duda, cada vez es más difícil lograr cerrar un contrato de relevancia con su financiación anexa», afirma Enrique Mallón, secretario general de Asime, la patronal gallega del metal.

A la pregunta de si Galicia recuperará algún día el tejido industrial perdido en el naval, Mallón se muestra escéptico. «Después de las quiebras y concursos de acreedores la situación se ha transformado. Las mal llamadas industrias auxiliares, que en realidad son y han sido siempre, empresas complementarias y proveedoras de primer nivel, son hoy en día pocas y de menor dimensión que antes, aunque como siempre, con excepciones», asegura.