CaixaBank quiere cuadruplicar su rentabilidad en tres años

Europa Press

ECONOMÍA

La entidad pretende aumentar cinco puntos su cuota de mercado 

03 mar 2015 . Actualizado a las 10:25 h.

CaixaBank prevé cuadruplicar su rentabilidad en tres años hasta entre el 12% y el 14% a partir de 2017, así como aumentar cinco puntos -del 15 al 20%- la cuota de mercado en recursos de clientes e inversión crediticia en cuatro años, según su plan estratégico 2015-2018, han explicado en rueda de prensa el presidente de la entidad, Isidre Fainé, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, que este martes presentan estos planes a analistas e inversores en Londres.

El primer objetivo responde a la rentabilidad sobre los fondos propios tangibles (Rote), es decir, ajustando de los fondos propios los activos intangibles, básicamente fondos de comercio, de forma que en 2014 la Rote fue del 3,4%.

Esta meta de Rote se traduce en una rentabilidad financiera (Roe) de entre el 10 y el 12%, y CaixaBank la quiere lograr con un crecimiento de ingresos a una media del 5,7% anual, congelación de costes y menores provisiones -con un coste del riesgo inferior al 0,5%-.

Fainé ha resumido los pilares del plan estratégico: Ser líderes en confianza, porque sin confianza no hay negocio, y «la confianza reforzará el potencial comercial»; contar con niveles de rentabilidad sostenibles, por encima del coste del capital, manteniendo los dividendos para poder continuar con la Obra Social, y liderar la revolución digital para ofrecer nuevos productos y servicios financieros sin perder el trato personal; todo ello para seguir creciendo como líder en banca minorista en España con solvencia y liquidez.

Al final del plan, CaixaBank quiere ser «un grupo financiero líder en España y uno de los grandes de Europa», con una perspectiva global porque la economía lo es, y reconocido por la responsabilidad social, la calidad de servicio al cliente, la robustez financiera y por ir uno o dos pasos por delante de los competidores en innovación, ha remachado.

Volumen de negocio al alza

Ha contextualizado que CaixaBank espera que el volumen de negocio vuelva a crecer, después de varios años a la baja, por la mejora de la economía -algo más del 2% anual de promedio- con el aumento del consumo y la inversión, que se traducirá asimismo en creación de empleo, y porque el sector inmobiliario está en fase de empezar un «crecimiento moderado» de ventas y precios -la entidad augura que el negocio inmobiliario puede dejar de darle pérdidas en 2017-.

El banco también prevé tipos de interés bajos al menos hasta la segunda mitad del plan -con crecimiento a partir de mediados de 2017 y el Euribor a 12 meses al 1,75% o por debajo a finales de 2018-, la incógnita de la presión regulatoria, y una demanda cambiante con un mayor peso de los productos de inversión y planes de previsión.

Ratio de eficiencia al 45 %

Con más ingresos e iguales costes, la entidad quiere llevar la ratio de eficiencia al 45%, frente al 56,8% actual, lo que Gortázar ha afirmado que se puede conseguir sin destruir puestos de trabajo, y combinando las sucursales con la banca digital.

Ha descartado que sobren sucursales, y ha apuntado que una de las fortalezas de CaixaBank es su elevada capilaridad en el territorio español -tiene un 100% de cobertura en los municipios de más de 10.000 habitantes-, sumada a que el coste de cada oficina es inferior al de las de la competencia.

Aumento de ingresos

En el apartado de mayores ingresos, CaixaBank prevé un aumento del 6% anual de los recursos de clientes; ganar dos puntos de cuota de mercado en fondos, seguros y planes de pensiones; aumentar un 4% anual el crédito sano expromotor, y ganar 0,6 puntos de cuota de mercado en el crédito total.

También augura una reducción de la morosidad del 60% hasta menos del 4% en 2018, y también un recorte del 60% en la exposición inmobiliaria problemática hasta menos de 5.000 millones de euros al final del plan, frente a los 11.000 actuales.

Intención de crecer en Galicia

«Podemos crecer en comunidades autónomas donde estamos infrarepresentados», ha añadido Gortázar, como Madrid -a lo que ayudará Barclays-, Galicia, Asturias y País Vasco, y también hay recorrido de aumentar cuota de mercado en crédito al consumo y el negocio de empresas.

Respecto a la política de dividendos, CaixaBank seguirá repartiendo el 50% o más del beneficio anual y, si la ratio de capital supera el 12% en 2017, habrá un dividendo extraordinario y/o recompra de acciones, ha anunciado Gortázar.

Reducción de la cartera de participadas

En el apartado de los costes, CaixaBank quiere reducir el coste de capital de la cartera de participadas desde el 16% actual (11% de banca y 5% industrial) al 10% en 2018, aunque sin planes concretos sobre el futuro de las participadas actuales, ha señalado el presidente de la entidad, Isidre Fainé, que sí ha reconocido que por los propios objetivos de crecimiento del plan estratégico «el banco cada vez será más banco» y caerá el peso industrial.

Pese a que el banco catalán no ha concretado sus objetivos en este punto, solo hay dos maneras de conseguir menor coste de capital de las participadas: desinvertir en algunas o reducir el porcentaje de participación actual.

Por lo que respecta a si la Fundación Bancaria La Caixa está dispuesta a reducir su participación en CaixaBank por debajo del 50%, Fainé ha afirmado: «Haremos lo que sea mejor para el banco, pero queremos tener una presencia importante».

La estrategia internacional se seguirá desarrollando de manera conjunta con otros socios bancarios con colaboración comercial, aportando CaixaBank su conocimiento en las áreas en las que se considera excelente, como la tecnología, banca móvil, seguros, financiación del consumo y microcréditos, tarjetas de crédito y pagos electrónicos.

CaixaBank no ha concretado nuevos mercados objetivo, y Gortázar ha explicado que la decisión de lanzar una oferta de compra por Banco Portugués de Investimento (BPI) responde a la cercanía de los modelos financieros de España y Portugal y a que CaixaBank ya era socio mayoritario, y ha insistido en que la intención es mantenerlo como banco independiente y cotizado en Portugal.

Fainé ha evitado comentar posibles dificultades para llevar a cabo la OPA sobre BPI, y ha expuesto: «Acabamos de empezar el partido. Habrá que esperar a que la OPA transcurra y los hechos irán mostrando lo que pasará finalmente», y ha añadido que si hace falta hacer ampliación de capital en CaixaBank para sufragar la adquisición se hará.

Preguntado por si todavía hay margen para más operaciones de compra en el sector financiero español, ha opinado que la reestructuración en España ya está hecha: «Puede haber alguna más, pero no muchas, si es que las hay».

Sí ha visto la posibilidad de «operaciones esporádicas en Europa, pero no con la intensidad vivida en España», y ha ejemplificado que en Estados Unidos hay un mercado financiero común y no se han visto muchas integraciones.