José Manuel González-Páramo: «Las cajas han acabado con ellas mismas, no hubo una mano negra»

R. Santamarta, S. Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El directivo participó esta semana en un foro empresarial organizado por el BBVA y La Voz.
El directivo participó esta semana en un foro empresarial organizado por el BBVA y La Voz. gonzalo barral< / span>

Lamenta que el Banco de España no actuara antes por falta de competencias

01 mar 2015 . Actualizado a las 08:50 h.

José Manuel González-Páramo (Madrid, 1958) es de esas personas que observan la realidad económica, política y social desde una atalaya, con perspectiva de pasado y con visión de futuro. Posiblemente por la vasta experiencia internacional que atesora y porque algunos de los principales hitos le ha pillado en primera línea. La crisis económica global, y el azote al euro, nada menos que desde uno de los principales despachos, como consejero del Banco Central Europeo. Esta semana expuso sus perspectivas -optimistas, aunque sin perder de vista el extraordinario reto de la creación de empleo- en un foro económico organizado por La Voz de Galicia y el BBVA, el banco en el que es ahora consejero ejecutivo y una de sus principales voces. «En España hemos empezado a hacer cosas en muchas líneas, pero nos falta mucho camino por recorrer», valora. Algunas de sus recetas pasan por que el Estado «ahorre más para financiar la inversión y crear empleo, empezando por la racionalización del sector público, donde hay muchos pasos que dar. Se tiene que recomponer la factura fiscal, entre cotizaciones e imposición indirecta, que permitiría ganar competitividad y crear más empleo. Y seguir ganando competitividad en el mercado laboral. La temporalidad indica que hay algo que falla, es un lastre».

Sobre la banca, este profundo conocedor del sector aventura algunas nuevas fusiones en España para dar paso, posteriormente, a alianzas europeas.

-¿Y hay margen para nuevos movimientos, fusiones, después de todo lo que ha sucedido?

-Es un tema de rentabilidad y de ver si el modelo de negocio de cada banco permite llegar a niveles de rentabilidad del 9-10?%, que es lo que permite pagar el coste de capital. Y haciendo esos números cualquiera puede conjeturar. No descartaría ninguna consolidación adicional.

-La fortísima reestructuración financiera en España se llevó por delante las cajas de ahorro españolas, que tenían una gran función social. ¿Qué le parece esa pérdida? Y usted, que conoce bien el negocio bancario alemán, ¿cuándo cree que se meterá mano a las cajas germanas?

-Es una buena comparación. La gran diferencia entre España y Alemania es que las cajas alemanas no pueden expandirse fuera de su Länder. Y aquí, desde 1985, se les permitió. Durante un tiempo esto fue bueno porque las cajas bien gestionadas ganaron tamaño y rentabilidad, pero durante el bum fueron las que más se expusieron, debido a una mala gestión. Por eso en Alemania siguen funcionando. Dicho esto, las cajas alemanas no son un modelo de gestión, están muy politizadas, como ocurría en España, y sobreviven porque el músculo industrial. Pero esto tiene que cambiar. Volviendo a la función social, las cajas españolas tuvieron mucho éxito porque muchos clientes, en caso de duda, iban a la caja porque tenía esa obra social detrás. En parte gracias a las cajas, los bancos en España son tan buenos. Las cajas tenían el dominio local, de tal manera que un banco que se quisiera expandir no encontraba hueco. Eso en parte explica la salida internacional de Santander y BBVA, por esa dura competencia. Las cajas cometieron el gran error estratégico de la expansión inmobiliaria y la falta de capacidad de reacción que da la limitada profesionalidad de sus órganos de dirección. Es una lástima, pero desafiaban la ley de la gravedad económica.

-Se debería haber intervenido antes para evitar que desapareciera ese modelo y se tuviera que afrontar una durísima reestructuración...

-Debería haberse abordado el problema antes, pero legalmente era difícil. No es por echar un capote al Banco de España, pero cuando las comunidades autónomas tenían competencias en cajas, el Banco de España no era autónomo para tomar una decisión.

-¿Y no sería que había interés en liquidar un modelo en expansión porque Madrid no podía controlarlo?

-Me parece difícil verlo así. Las cajas han acabado con ellas mismas. Si el Banco de España hubiera podido intervenir antes y forzar un cambio en los consejos y órganos de gobierno, se habrían gestionado de forma más profesional. Pero no tenían esa competencia. Al contrario, las comunidades autónomas con las cajas disparaban con pólvora de rey, porque los beneficios eran para la comunidad autónoma, la obra social, para la comunidad autónoma, podían acomodar en los consejos de administración a personas próximas... Pero si había un problema en un caja, ¿quién lo pagaba? ¿La comunidad autónoma? No. Todos los españoles. No veo una mano negra.

josé manuel gonzález-Páramo consejero ejecutivo del bbva y exconsejero del bce

Augura 22.000 empleos en dos años

González-Páramo no pierde de vista lo que sucede en casa. De la economía gallega destaca su vocación exterior: «Sorprende esa potencia, la exportación ha contribuido más que en el conjunto del país al crecimiento del PIB durante la última década». Sobre el crecimiento, calcula que se irá acercado a la cifras similares a España, por encima del 2 %. Y espera que «entre este año y el que viene se creen entre 21.000 y 22.000 empleos. No está mal. Es más del 2% del nivel de empleo actual», añade.

«Me preocupa más una ruptura de la estabilidad que del bipartidismo»

La extensa agenda de reformas que González-Páramo advierte que aún necesita España choca con un intenso calendario electoral. Esto le preocupa: «España tiene un ritmo de convocatoria electoral que es muy disfuncional en la gestión económica. Sería ideal alinear de alguna manera las elecciones, de tal forma que hubiera un período electoral de un año y tener por delante otro período sin convocatorias».

-¿Y también le preocupa que haya una ruptura del bipartidismo?

-Me preocupa más una ruptura de la estabilidad que del bipartidismo. La estabilidad es la clave. En Alemania hay estabilidad y no hay bipartidismo. Hay dos partidos muy grandes, y otros intermedios que acaban jugando en todas las coaliciones.

-¿Qué responsabilidad puede tener la troika, como gestor de los países rescatados, en la aparición de partidos en los extremos?

-Puedo entender un cierto grado de crispación o frustración que alimenten este surgimiento de partidos. Sin embargo, uno no lo observa en todas partes. No lo observo en Irlanda. Por lo tanto, debe de haber algo más que tiene que ver con la percepción de la gente sobre que el sistema político no es suficientemente receptivo al cambio. La troika, como responsable de lo que la gente percibe por la dureza de los programas de ajuste, puede ser uno de los factores que hay detrás de esa percepción. Si uno compara a Irlanda con Grecia, los dos han pasado por un ajuste tremendo, pero Irlanda está saliendo con tasas de crecimiento altas y sin partido populista. Sin embargo, en Grecia está en el gobierno. ¿Qué los hace diferentes? En parte, sus sistemas políticos.

-Entonces, ¿el surgimiento de partidos como Syriza y Podemos viene dado por el propio sistema de partidos que tenemos?

-Creo que sí, pero es una opinión personal. Cuando el sistema político canaliza bien la frustración de la ciudadanía, sirve para expresar los problemas que percibe. En caso contrario, lo que puede ocurrir es un cambio completo. En Grecia ha desaparecido el Partido Socialista, una anomalía.

-¿Qué le parece el programa de Podemos?

-A las europeas fueron con uno, hace poco se presentó otro de dos profesores universitarios que no tenía mucho que ver con el de las europeas. Estos días anuncian que va a haber un nuevo programa. Cuando lo haya, tendrá sentido opinar.