Rato le reclama 380 euros a una costurera asturiana que le extravió dos cojines

R. C. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Ballesteros

El expresidente de Caja Madrid ha presentado la queja a consumo

20 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Rodrigo Rato, exvicepresidente económico del Gobierno, ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y expresidente de Caja Madrid y del banco que la sucedió, Bankia, entró el pasado mes de agosto en un pequeño comercio de Gijón para pedir presupuesto para reparar dos grandes cojines, que estaban descosidos por un lateral. Los veinte euros que le pidió la costurera Patricia Vázquez por el trabajo le parecieron excesivos y así se lo hizo saber, aunque finalmente decidió aceptar y, siempre según el testimonio de la propietaria del local, le dejó los almohadones en la puerta del negocio, ya que ella no se encontraba en ese momento en la tienda.

Pero pasaron las semanas y los meses y nadie se presentó a recoger los bultos que, por sus dimensiones -cerca de un metro de largo y cincuenta centímetros de ancho-, entorpecían el trabajo en el pequeño establecimiento. Por eso, convencida de que nadie volvería ya a por ellos, la costurera decidió, en vísperas de Navidad, dejarlos junto a un contenedor de Cáritas. Craso error. A los pocos días, Rato se presentó en el local para recuperar sus cojines y, cuando la comerciante le explicó que se había deshecho de ellos, el enfado fue monumental. Le recriminó que los almohadones tenían un gran valor, que habían sido confeccionados con alfombras turcas y le insistió en que era imprescindible que los recuperase.

La presión siguió por teléfono. Como las llamadas eran recurrentes y Rato había incluso amenazado con poner el caso en manos de sus abogados, la costurera decidió proponerle utilizar el seguro de responsabilidad civil que tiene el negocio para que le pagase una compensación por los objetos extraviados. Pero el exbanquero quería sus cojines a toda costa.

Reclamación formal

Finalmente, tras intentar presentar la reclamación en comisaría, Rato ha acabado por poner el caso en manos de la oficina municipal del consumidor de Gijón, adonde fue derivado. Pide una compensación de 190 euros por cada cojín, según informó el diario asturiano El Comercio, que asegura que el organismo ya ha realizado varios trámites y que, en los últimos días, funcionarios del departamento se trasladaron al comercio para solicitar documentación del caso. La dueña, que se lamenta del daño que a nivel profesional le está haciendo este caso, ha presentado un pliego de descargo.

Incluso Cáritas, al tener conocimiento de la desaparición de los cojines, empezó a buscar en todos sus locales de ropa usada en Asturias para intentar localizar los cojines a los que tanto cariño tiene Rato. De momento, sin éxito.