Carburantes bajo el efecto cohete

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El alza del petróleo desde finales de enero se ha contagiado inmediatamente a los combustibles, que en cambio se resistieron cuando el crudo empezó a caer

11 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Habrán notado que los carburantes de automoción han dejado atrás la breve etapa dorada de bajadas de precios, que arrancó en septiembre pasado, para iniciar una remontada, todavía leve. Ambos comportamientos están íntimamente relacionados con la cotización del barril de petróleo (el Brent es la referencia para Europa). Es decir, los combustibles se abarataron en los últimos meses porque el crudo hizo lo propio y empezaron a subir contagiados también por la oscilación de la materia prima. Pero este fenómeno tiene un matiz importante. Gasolina y gasoil tardaron meses en dejarse contagiar por la caída del precio del petróleo (que empezó en junio), sin embargo, ahora que se encarece, el traslado a los precios de los carburantes ha sido casi inmediato.

Así, la tendencia a la baja tanto de la materia prima como de sus derivados se rompió en la última semana de enero. Desde entonces, el crudo se ha encarecido un 15 %; mientras que la gasolina, un 1,7 % y el gasoil, un 1,4 %. Lo bueno es que tampoco en este caso se traslada al precio de los combustibles todo el porcentaje de subida del petróleo, lo mismo que ocurrió cuando se abarataba. De hecho, el crudo es un 50 % más barato que en junio, mientras que la gasolina lo es un 21 % y el gasoil, un 20 %.

Estos comportamientos han sido bautizados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) como efecto pluma (cuando el abaratamiento del crudo se traslada lentamente a los carburantes) y cohete (cuando sube el contagio es inmediato). Y los bautizó para criticarlos, como en su momento hizo con el ya difunto efecto lunes (gasolina y gasoil se abarataban ese día en todas las estaciones para luego ir encareciéndose a lo largo de la semana).

El sector de los hidrocarburos está en el punto de mira de la CNMC de forma especial desde que en agosto del 2012 los carburantes alcanzaron máximos históricos. Pero ya antes abrió expedientes a las petroleras por imponer precios de venta al público. De hecho acaba de sancionar a Cepsa con 2,5 millones y a BP con 750.000 por esa práctica y por desobedecer una resolución del regulados del año 2009. Repsol de momento se ha librado porque recurrió la sanción inicial ante la Audiencia Nacional.

Reforma de la ley

Incluso el Ministerio de Industria, ante las sospechas de pactos de precios y de movimientos coordinados entre las petroleras, reformó la ley de hidrocarburos para intentar introducir mayor competencia en el sector. Entre las medidas adoptadas se encuentran la limitación para que una misma operadora posea más del 25 % de cuota de mercado por provincia o facilitar la instalación de gasolineras de bajo coste.

En diciembre pasado, el ministro ya avanzó que estarían vigilantes al comportamiento de los carburantes con los precios de los carburantes a la baja.

Galicia, segunda más cara de España

En diciembre, Galicia fue la segunda comunidad de España (tras Baleares) con los precios más caros de gasolina y gasoil con impuestos incluidos, según el último informe sobre el sector dado a conocer por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. En noviembre, Galicia era la cuarta con la gasolina más cara. Antes de impuestos, la comunidad ocupó tanto en noviembre como en diciembre la tercera posición en el gasoil, mientras que en la gasolina escaló de un mes a otro de la 11 al 8ª puesto.