El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) mostró ayer su confianza en que Galicia logre un gran acuerdo político para que la reforma del paquete lácteo del ministerio no sea un traje a medida para las industrias y se deje al sector ganadero de nuevo en una posición de debilidad a poco más de dos meses de que concluyan las cuotas.
El borrador del decreto que ultima el Gobierno central no recoge la figura obligatoria del mediador y abre la puerta a que los contratos entre industrias y ganaderos puedan durar menos de un año. En este sentido, la organización agraria impulsará una nueva ronda de contactos con los partidos - esta misma semana ya se reunión con los grupos- para articular un frente común. «Aínda hai tempo e co liderado do presidente da Xunta pódese artellar unha saída razonable a esta tormenta perfecta que se cerne sobre as explotacións galegas», sostiene su secretario general, Roberto García.
El marco normativo que el Gobierno quiere aprobar, según el sindicato, otorga una posición de privilegio a las industrias ante un futuro de mayor volatilidad en los precios con la finalización de los límites a la producción el próximo 31 de marzo. A esto se suma que los productores no tienen garantía de recogida ni de volúmenes, lo que les deja en una posición de indefensión para negociar con las industrias precios dignos.