Llegó el día D(raghi)

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente del BCE podría anunciar hoy que la entidad empleará 50.000 millones al mes durante un año en comprar deuda pública

22 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Dijo el presidente del BCE en julio del 2012, en lo peor de la tormenta de deuda que asoló Europa, que haría todo lo necesario para salvar el euro. Desde entonces, ha hecho muchas cosas el italiano. Ha bajado los tipos hasta dejarlos casi a cero, regado el sistema financiero con dos megasubastas de liquidez condicionadas a la concesión de créditos, empezado a cobrar a los bancos por dejar el dinero ocioso en su caja, comprado cédulas hipotecarias y bonos titulizados... Pero, lo de hoy... Lo de hoy es otra cosa. Palabras mayores.

Si se pliega al guion que le han escrito los mercados y que el propio Draghi -parco él en palabras- ha medio desvelado en sus últimas intervenciones, habrá hecho historia. Porque si los analistas han acertado, el presidente del BCE anunciará hoy lo que jamás pensaron que haría quienes idearon su creación: un plan de compra directa y masiva de deuda soberana. Lo que muchos en Alemania -empezando por el todopoderoso Bundesbank- consideran una puerta trasera para financiar a Gobiernos incompetentes, algo que la autoridad monetaria tiene prohibido.

Y, si lo hace ¿cuánto se va a gastar? Pues contaba ayer la agencia Bloomberg, toda una biblia para los inversores, que sobre la mesa de Draghi reposa un plan para emplear cada mes en esta tarea 50.000 millones de euros. Y eso, durante un año. O lo que es lo mismo 600.000 millones. Aunque en esa cifra podrían estar incluidos también bonos corporativos no financieros.

¿Para qué lo hace? Porque la inflación se le ha ido de las manos. Esta vez hacia abajo. La caída en picado del petróleo le ha dado la puntilla. Y si no controla los precios -a la autoridad monetaria le gusta que estén por debajo, pero cerca del 2 %-, el BCE está incumpliendo su mandato. Que para eso lo crearon.

Espera Draghi que sus compras de deuda espanten de la eurozona al lobo de la deflación e impriman vigor a una recuperación mortecina.

¿Cómo? Piensan en el seno del BCE que si le compran deuda a los bancos, que son quienes más bonos soberanos acaparan, estos emplearán el dinero que consigan para otorgar créditos. Préstamos que revitalizarán el consumo y la inversión y darán a la economía de la eurozona el empujón que precisa.

Guiño a Alemania

Y ¿qué hay de Alemania? ¿Cómo se las va a ingeniar Draghi para no defraudar a los mercados, salvar el euro y, encima, hacerlo sin despertar las iras de Berlín? Todo apunta a que el sistema diseñado por el italiano tendrá muchas dosis de guiño a los teutones. Y eso porque serán los bancos centrales de cada país quienes compren buena parte de la deuda para poner coto a los riesgos de impago. Que cada uno se pague su fiesta, que diría el presidente del Bundesbank, el halcón -defensor a ultranza de la ortodoxia monetaria-, Jens Weidmann.