La banca portuguesa deja a Pescanova sin la facturación de la macroplanta de Mira

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Piscinas de cultivo de rodaballo en Mira, Portugal.
Piscinas de cultivo de rodaballo en Mira, Portugal. gustavo rivas< / span>

La filial acuícola, en manos de los acreedores lusos, costea su mantenimiento con lo que vende, a la espera de un comprador

22 ene 2015 . Actualizado a las 11:22 h.

El rodaballo portugués lleva el mismo camino que el salmón chileno. Ambos negocios han dejado de computar en las cuentas de Pescanova. El de Chile porque, después de entrar en quiebra, las dos factorías productoras, Acuinova y Nova Austral, han sido adjudicadas a empresas noruegas.

El de Portugal, porque la banca acreedora de más de 100 millones de euros ha hecho valer su derecho de propiedad sobre la macroplanta de cultivo de rodaballo.

Fuentes financieras portuguesas explican que la factoría de Mira destina toda su facturación a costear el mantenimiento de las instalaciones y a conseguir una producción muy por debajo de su capacidad a la espera de que aparezca una oferta de compra que satisfaga sus expectativas.

La planta acuícola, concebida por Pescanova con la expectativa de ser la mayor de Europa -lo es en dimensión- produjo en el 2010 más de 2.880 toneladas de rodaballo, en el 2011 subió a 3.931 y en el 2012 alcanzó las 4.397, frente a las 7.000 previstas. Actualmente su actividad se sitúa en torno a las 3.500 toneladas.

Acuerdo con la matriz

Las citadas fuentes aseguran que existe un acuerdo de abastecimiento con la matriz, por el que la filial española Insuiña sigue suministrado materia prima (alevines de rodaballo) a Mira. «Portugal paga los peces a la matriz para su cultivo y engorde en la factoría lusa que, con la venta de su producción, puede seguir manteniendo la actividad hasta que aparezca un buen comprador», explican, tras recordar que la oferta presentada por el grupo de distribución Mercadona se situó muy por debajo del precio fijado por los bancos para recuperar el dinero invertido.

Mientras no llega una nueva oferta, los bancos portugueses garantizan la actividad de la planta, aunque no hablan de nuevos aportes de liquidez, después de que en septiembre del 2014 inyectaran un millón de euros para circulante en la planta.

En última instancia, los mayores acreedores financieros (Banco Caixa Geral, BPI, BCP y Novo Banco) trabajan paralelamente en la posibilidad de capitalizar, en su totalidad o en gran parte, los 100 millones de deuda, si no apareciera comprador.

Pescanova recibió 58,7 millones de ayudas por parte del Gobierno luso, que se ha negado a conceder más apoyo porque las previsiones de producción y empleo no se han cumplido. Habrá que esperar a la presentación de las cuentas correspondientes al ejercicio del 2014 para conocer el impacto de la pérdida de ingresos procedentes del negocio de Mira.