Bankia y su último caso

Jaime Concheiro

ECONOMÍA

17 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que se presentaba como una oportunidad única, como una muestra hacia Europa de que la sociedad confiaba en sus bancos invirtiendo en ellos sus ahorros, ha resultado ser un nuevo fiasco. Uno más tras las participaciones preferentes: la salida a Bolsa de Bankia. Los reguladores (CNMV y Banco de España) no actuaron con la diligencia debida, poniendo en riesgo el ahorro de 350.000 personas. Bankia amplió capital en 3.092 millones de euros y se estrenó el 20 de julio del 2011, cotizando a 3,75 euros. A día de hoy, tras haber sido inyectados 19.000 millones en ayudas públicas, la pérdida para el accionista se sitúa en un 99,64 %. Es decir, quien invirtió 10.000 euros ahora solo tiene 35,20. Sobran adjetivos. La acción de Bankia tendría que subir un 28.400 % para que los accionistas recuperasen su inversión. Los informes que se han conocido a través de la Audiencia Nacional han venido a confirmar lo que se sospechaba: las cuentas que sirvieron para la salida a Bolsa estaban falseadas; no había beneficios como se reflejaba en el folleto de la emisión, sino una pérdida oculta y sus activos estaban deteriorados en otra cuantía millonaria mucho mayor.

Como sucede con las preferentes, otra vez le toca a la Justicia solucionar lo que la Administración no ha querido, o no ha podido, arreglar. Pero, a diferencia de las preferentes, queda poco tiempo para poder reclamar: cinco meses. Y un interrogante que lanzo, a quienes confían en que Bankia devolverá el dinero voluntariamente: ¿De verdad creen que se ha devuelto todo de las preferentes?

Jaime Concheiro es abogado socio de CCS.