El Santander se desploma y hunde el Ibex-35

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El banco termina la sesión bursátil con una caída del 13,68 %, tras anunciar la ampliación de capital. El Ibex-35 cierra con un descenso del 3,9 %

09 ene 2015 . Actualizado a las 22:30 h.

Apenas cuatro meses después de llegar a la presidencia del Santander, el primer gran movimiento de Ana Botín hacia los mercados le ha costado caro. El banco registró ayer en Bolsa su mayor desplome en 16 años, con una caída del 14 % tras colocar de forma exprés 7.500 millones a inversores foráneos (la mayor operación de este tipo realizada en Europa) y anunciar un recorte en el dividendo que reciben los los accionistas. Una nueva estrategia de la presidenta que, por ahora, se le está atragantando.

El desfonde contaminó a casi todos los bancos. Desde el BBVA (se dejó un 3,15 %) a Sabadell (-2,23 %) o Caixabank y Bankia. Por el gran peso que tiene el sector financiero en el selectivo Ibex, este terminó el día con un varapalo cercano al 4 % (3,91 %, en concreto), el mayor desde septiembre de 2012, cuando estaba en un punto muy caliente la crisis europea de deuda.

¿Qué explica lo sucedido con el Santander? Varios factores. Los analistas aseguran que cada vez que se produce una ampliación de capital se cuenta con un correctivo por parte de los mercados. Por los recelos que siempre generan estos movimientos, que se interpretan como una debilidad por parte de la empresa que lo hace para reforzar su solvencia. En el caso del Santander, lo cierto es que en el sector se tenía claro que la entidad tendría que moverse pronto para llegar a los niveles de capital que tienen otros bancos gigantescos comparables en Europa (un 10 % de ratio, frente al poco mas de 8 que tenía hasta ahora), y era algo que también se esperaba desde instancias europeas como el BCE. Fue una sorpresa el momento elegido y la cantidad, 7.500 millones de euros en nuevas acciones colocadas a 6,18 euros entre grandes inversores. El precio supone descontar alrededor de un 10 % sobre el precio al que estaban sus títulos el jueves, cuando se suspendió la cotización.

Esas dos circunstancias (el recorte de precio y las dudas iniciales) explican en parte la caída de ayer. Pero también hay algo de castigo, por partida doble. Primero, por el cambio en la política de dividendo: pago en efectivo, pero con un recorte del 66 %: pagará 20 céntimos por acción, en lugar de los 60 anteriores. Y segundo, porque los pequeños accionistas quedarán diluidos cuando las nuevas acciones empiecen a cotizar (el próximo martes).

La presidenta del Santander, Ana Botín, justificó en una carta a los accionistas la operación. «Hacemos la ampliación de capital para crecer más y más rápido. Reforzar el capital ahora permitirá al banco capturar las oportunidades de crecimiento orgánico, aumentando el crédito y la cuota de mercado», apuntó.

El banco colocó esos 7.500 millones a grandes corporaciones y fondos extranjeros. Solo los Estados Unidos y Reino Unido coparon el 80 % de la operación. Según el banco, la operación se cerró en menos de cuatro horas, y con una demanda muy elevada, hasta 11.000 millones.