El Ministerio de Finanzas inicia la venta de su reserva de divisas, mientras el Banco Central toma medidas para proteger a los bancos y prepara ya su recapitalización
18 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Rusia se resiste a caer. No está dispuesta a que se repita lo del martes. Y su Ministerio de Finanzas ha sacado la artillería para evitar que el rublo siga despeñándose. Para empezar, ayer anunció que ha comenzado a vender su reserva de divisas. Guarda en sus arcas unos 7.000 millones de dólares. Poca cosa, en comparación con los más de 80.000 millones de dólares que se ha gastado el Banco Central de Rusia en lo que va de año en sostener la cotización del rublo. Y que, visto lo visto, han caído en saco roto.
Pero, el Ejecutivo de Medvedev guarda más balas en su recámara. Las disparará pronto. Codo con codo en la trinchera con la autoridad monetaria. Y su estrategia pasa por la recapitalización del sector bancario. De hecho, el Banco Central ya avanzó ayer varios pasos en ese frente. Entre otras cosas, relajará algunas de las exigencias contables a las que están obligadas las entidades rusas en relación con la pérdida de valor de sus carteras, abrirá a tope el grifo de la liquidez en moneda extranjera, y suavizará los criterios para provisionar determinadas pérdidas, en el caso de que estas estén provocadas por el impacto de las sanciones impuestas al país tras la anexión de Crimea.
Y los intentos de frenar la sangría -fallidos hasta el momento- , dieron por fin algún fruto. El rublo disfrutó ayer de una pequeña tregua y la Bolsa de Moscú remontó el vuelo. El primero se apreció un 12 % frente al dólar, y la segunda restañó heridas con un alza del 14,2 %.
Europa mira también a Grecia
Con los nervios a flor de piel. Así volvieron a vivir ayer las bolsas europeas todo lo que sucedía en Rusia, donde, desde primera hora de la mañana, los inversores concentraron su mirada. Aunque, eso sí, con el rabillo del ojo apuntando a Grecia, donde, como era de esperar, el Gobierno fracasó en el intento de colocar a su candidato, Stavros Dimas, en la presidencia de la República. Le quedan otras dos oportunidades más. Si no lo consigue, los griegos serán llamados a las urnas.
El Ibex salvó la sesión con una caída moderada del 0,32 %, hasta los 10.049 puntos. Europa cerró sus puertas sin conocer el resultado de la reunión de la Reserva Federal, que no dio pistas sobre cuándo subirá los tipos. Será «paciente» se limitó a decir.