El sector exterior de Galicia, que permitió el pasado año alcanzar un récord de exportaciones y mitigar el impacto de la crisis, sigue ofreciendo síntomas nada alentadores. Durante los diez primeros meses del año, según los datos del Ministerio de Economía, Galicia vendió a países extranjeros mercancías por valor de 15. 031,7 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,9 % respecto al mismo período del 2013, dato que contrasta con el 2,1 % de crecimiento español. De enero a octubre del pasado año, la tasa de variación interanual de las exportaciones gallegas había subido el 8,1 % y la del conjunto de España el 6,2 %.
La dinámica de la comunidad es peor que la del resto del Estado, lo que obedece a la inestabilidad mostrada por la automoción y sus industrias auxiliares, situación que es previsible que se corrija con la nueva adjudicación a la planta de Citroën en Vigo. Solo en octubre las exportaciones de la provincia de Pontevedra se desplomaron un 45 % respecto al pasado año. La Xunta cree que, pese al comportamiento desfavorable de la automoción, las ventas exteriores del global del año se mantienen en niveles similares al 2013, año récord.
Pese a todo, Galicia sigue presentando intactos algunos desequilibrios de su sector exterior, como una excesiva dependencia de dos gigantes industriales como Citroën e Inditex y, sobre todo, un déficit de empresas exportadoras en relación al peso que tiene su economía en el conjunto del Estado.