La UE sigue sin plan B para la prohibición de los descartes

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

La prohibición comenzará por las especies pelágicas.
La prohibición comenzará por las especies pelágicas. paco rodríguez< / span>

El sector, contra las cuerdas, por la falta de normas técnicas coherentes para aplicar la nueva PCP

15 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Falta exactamente medio mes para que entre en vigor la temida política de descartes cero. A partir del 1 de enero, la obligación de desembarcar todas las capturas se aplicará de forma paulatina a la flota europea. Los primeros en tener que hacerlo serán los buques que se dedican a la pesca pelágica, pesca industrial en aguas de la UE y bacaladeros del mar Báltico. No importará el tamaño ni la especie. Nada se podrá tirar por la borda.

La incertidumbre reina en el sector. Y no es para menos. La nueva política comunitaria de pesca (PCP) obliga a cada barco a almacenar a bordo todo lo que pesquen sus redes, hasta llegar a puerto, donde deberán registrar todas las capturas y deducirlas de sus cuotas. Sin embargo el reglamento técnico que debería facilitar la puesta en práctica de esta política, el omnibus, todavía no está listo. No hay acuerdo entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo.

Los pescadores aún no saben cómo se van a aclarar muchas contradicciones en las que incurre la nueva política de descartes. Si pescan más cuota de la que tienen permitido para una especie de pesquería mixta, ¿deben descartar o desembarcar la mercancía? «No hay plan B», reconoce una fuente diplomática de Bruselas, que apunta a que se podría seguir aplicando la normativa actual con mayor flexibilidad hasta que se tenga listo el nuevo reglamento técnico para todas las pesquerías.

¿Y si caen en las redes peces de talla pequeña? No se pueden descartar ni comercializar. «Se podrían hacer harinas de pescado», indica una fuente española en el Consejo. Sin embargo esto no evita su captura: «La flota deberá mejorar la selectividad de sus artes de pesca», asegura.

La posibilidad de intercambiar cuotas entre diferentes flotas es una de las reivindicaciones del sector que finalmente se podría aceptar ante el fracaso del principio de estabilidad relativa que obliga a Galicia y a España a conformarse con unos topes de pesca mucho más escasos de lo que les correspondería por el tamaño de su flota. El reparto es «insuficiente y desequilibrado», denuncian los pescadores, quienes a menudo deben descartar ejemplares de especies para las que otros países tienen cuotas que no llegan a utilizar.

La Comisión reconoció el viernes que existen contradicciones y dificultades para que se cumpla con la obligación de desembarco pero no aclara qué tiene pensado hacer. Durante los próximos dos días los ministros europeos de Pesca tratarán de buscar una solución, aunque sea temporal.