España se enfrenta a Bruselas y dice que no habrá nuevos recortes

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

De Guindos, ayer junto al comisario europeo de Asuntos Económicos, el francés Moscovici.
De Guindos, ayer junto al comisario europeo de Asuntos Económicos, el francés Moscovici. o. hostet < / span>efe< / span>

El Eurogrupo duda de los planes del Gobierno y exige medidas contra el déficit

09 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

España corre el riesgo de no cumplir con el objetivo de déficit en el 2015. El primer diagnóstico lo hizo la Comisión Europea la semana pasada y ayer el Eurogrupo respaldó los cálculos de Bruselas. El plan presupuestario presentado por el Gobierno español es insuficiente para reducir el déficit hasta el 4,2 % del PIB el próximo año. Según los ministros de Economía y Finanzas del euro, España cerrará el próximo ejercicio con un agujero 4,6 % y por eso exigen la puesta en marcha de «medidas efectivas». Cuatro décimas no es nada menor: alrededor de 4.000 millones de euros en ajustes.

El primero en pedir esas medidas adicionales fue el comisario de Economía, el francés Pierre Moscovici. El pasado martes anticipó que los esfuerzos de España «siguen siendo insuficientes». Y ayer fue el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien reconoció que «existe una brecha entre lo que está planeado y lo que se requiere». Junto a Malta, Austria, Bélgica, Portugal, Italia y Francia (las dos últimas, las peor paradas), el holandés pidió al Gobierno español acometer esas «medidas adicionales de manera oportuna» para hacer frente al riesgo de incumplimiento. Además recordó que España debe seguir aplicando con determinación las reformas estructurales anunciadas por el Gobierno.

Las medidas son suficientes

La respuesta del ministro de Economía, Luis de Guindos, tras conocer esos requerimientos del Eurogrupo (un organismo que es previsible que dirija desde mediados del 2015) fue tajante. «Las medidas actuales son más que suficientes», manifestó antes de asegurar que España cumplirá con sus obligaciones presupuestarias: «Estamos absolutamente comprometidos con un objetivo de déficit público el año que viene del 4,2 %».

Las palabras de Dijsselbloem fueron interpretadas de forma muy particular por el ministro español quien negó que le hayan pedido más esfuerzos: «Nos han pedido que las medidas ya incluidas en el presupuesto sean efectivas», se defendió. Las principales dudas en Bruselas están en la capacidad de algunas comunidades autónomas de ajustarse al déficit máximo, y el impacto que tendrá la reforma fiscal.

El tirón de orejas viene en un mal momento para el Gobierno de Mariano Rajoy que se encomienda a unas perspectivas de crecimiento sorprendentemente buenas para no tener que aplicar más recortes en pleno año electoral. Bruselas estima que la economía española crecerá en el 2015 un 1,7 %. Madrid eleva esa cifra hasta el 2 %, como figura en los presupuestos, e incluso Rajoy fue el domingo más rotundo desde México, augurando un crecimiento superior. «Somos algo más optimistas [que Bruselas]», reconoció De Guindos quien considera que esa diferencia de tres décimas «llevará, vía estabilizadores automáticos, a que se cumpla sin duda alguna el 4,2 % de déficit».

La última revisión a la baja de las previsiones de Bruselas sobre crecimiento en la zona euro en el 2015 ponen en duda los cálculos del Gobierno español. La baja inflación, los altos niveles de deuda, el estancamiento económico y la baja demanda interna en los países vecinos, especialmente en grandes economías como la francesa y la italiana, podrían retrasar aún más la salida de la crisis y lastrar el tímido crecimiento registrado este último año.

Independientemente de quién gane el pulso del ajuste presupuestario, el Eurogrupo reconoce el esfuerzo de España por aplicar las reformas estructurales que en algunos socios como Francia o Italia siguen pendientes: «Somos conscientes de la agenda amplia y ambiciosa de reformas aplicada a lo largo del pasado año para hacer frente a las debilidades de la economía», rezan las conclusiones de la reunión.